En
junio pasado, los
habitantes de Norilsk quedaron impactados al encontrarse con un
oso polar demacrado y hambriento deambulando por las calles de la ciudad ubicada en el Ártico Ruso.
El animal se encontraba en una
precaria condición, tenía dificultades para caminar y la poca energía con la que contaba la utilizaba para
buscar comida entre la basura.
Preocupados por la salud del oso y la seguridad de las personas, muchas de las cuales se acercaban peligrosamente al animal para sacarle fotos,
expertos del zoológico Royec Ruchei lo capturaron y enviaron al recinto, para realizarse exámenes y ayudarlo en su recuperación.
Los especialistas
descubrieron que el ejemplar era una hembra, de entre uno y medio y dos años, y que
pesaba 60 kg menos del mínimo para un oso polar de su edad.
A poco más de cuatro meses de su captura, los expertos encargados de su cuidado confirmaron a The Siberian Times que
la osa finalmente se encuentra fuera de peligro.
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Lo veterinarios del zoológico estuvieron literalmente luchando por su vida (...) Se le asignó una dieta especial, junto con tratamiento. Su peso era revisado a diario. Actualmente pesa un poco más de 150 kg, y se siente mucho, mucho mejor", señaló el zoológico Royec Ruchei en un comunicado.
Asimismo, el recinto reveló que
tras realizar una votación online, la osa fue llamada Martha.
Respecto a su futuro, los especialistas
están a la espera que gane unos 30 o 40 kg más, para decidir si permanecerá en Royec Ruchei, será enviada a otro zoológico o, eventualmente, podrá regresar a la naturaleza.
Crédito: The Siberian Times / Captura.