Con el objetivo de luchar contra las
altas temperaturas que se han registrado en los últimos días en un centro de esquí francés, la administración de lugar decidió
contratar helicópteros para trasladar nieve a la parte más baja de las pistas, algo que no fue aceptado por el gobierno del país.
Para llevar a cabo la polémica acción se utilizó un helicóptero el pasado viernes y el sábado durante una hora y media para desplazar alrededor de
80 metros cúbicos de nieve desde las cotas altas de 2.100 metros a las bajas a 1.850 en la estación de esquí de
Luchon-Superbagnères, situada junto a la frontera española, vecina del Valle de Arán.
Una operación que costó
cinco mil euros (más de $4 millones), según el consejo del departamento del Alto Garona del que depende el complejo de esquí, y que está respaldada por muchos comerciantes que
veían peligrar la temporada y quienes además no entendieron el origen de la polémica.
Tras la acción realizada, la ministra francesa de la Transición Ecológica,
Elisabeth Borne, llamó al orden tanto al centro de esquí en cuestión, y a los demás refugios de la región.
Crédito: AFPLa ministra ya había advertido el pasado domingo que llevar nieve en helicóptero
"no es un camino posible", y su secretaria de Estado Emmanuelle Wargon, había denunciado que esa práctica es "el mundo al revés".
"Tenemos una responsabilidad colectiva para poner en marcha una transición hacia un
modelo más ecológico y el Gobierno estará junto a los actores de las estaciones de esquí para que tenga éxito", concluyó.
En una reunión que Borne convocó en su ministerio en París, insistió en
"la necesidad de adaptar las estaciones de montaña al cambio climático". En un comunicado de su departamento, Borne felicitó a los responsables del sector y los representantes políticos de las zonas de montaña después de que "hayan indicado claramente" que el transporte de nieve con helicóptero a las pistas no se repetirá.
Por su parte, el presidente del consejo departamental,
Georges Méric, replicó a las críticas explicando que fue "una intervención absolutamente excepcional, tomada como último recurso y que no tiene vocación a repetirse".
Se trataba, según Méric, de
"conservar con urgencia una cincuentena de empleos directos y varios cientos de empleos indirectos en un territorio con un fuerte impacto por la fractura territorial".
Crédito: AFP