Con una mirada hacia el futuro, Polpaico BSA acaba de firmar un acuerdo comercial con la compañía canadiense CarbonCure Technologies, con la que planea implementar una nueva tecnología para producir hormigón pre mezclado con huella de carbono reducida, sumándose a otras grandes empresas que aspiran ser neutras en sus emisiones de CO2.
En este contexto, el gerente general de Polpaico BSA, Javier Moreno Hueyo, asistió a la Cumbre del Clima (COP26) de Naciones Unidas en Glasgow, Escocia, como parte de la iniciativa “Race to Zero”, la cual pretende que las empresas y organismos no gubernamentales adhieran a la carbono neutralidad para el año 2050.
En ese contexto, Polpaico BSA anunció que iniciará la producción de hormigón con la tecnología de CarbonCure, la cual permite inyectar emisiones de dióxido de carbono (CO2) residuales en el hormigón durante la mezcla, convirtiéndose químicamente en un mineral que se elimina permanentemente de la atmósfera. El objetivo de reducción es equivalente a eliminar 28.000 autos de las carreteras en un año.
Moreno Hueyo comenta que el carbono que usarán para la producción se compra a la empresa Indura, que lo recolecta de las fábricas que lo emiten. Ya en estanques, el CO2 se almacena en líquido y se convierte químicamente en un mineral, que es lo que permite que se pueda incorporar al hormigón.
Desde Polpaico BSA aseguran que el CO2 mineralizado aumenta la resistencia del hormigón y permite la optimización de las formulaciones de hormigón sin sacrificar la resistencia ni otras características del producto.
Andrés Pérez Algarra, gerente comercial de Polpaico BSA, destaca este hito. “Estamos dando un paso muy relevante que es parte de nuestros desafíos con miras al 2025, donde el tema de emisiones es clave, junto con potenciar la economía circular, el ahorro energético e hídrico y la búsqueda de soluciones innovadoras para ofrecer cemento y hormigones sostenibles”.
Javier Moreno Hueyo asegura que planean cubrir el 80% de sus operaciones en la Región Metropolitana para el próximo año. ”El año que viene la idea es expandirlo a Concepción y a Viña, con lo que completaríamos dos tercios de nuestras operaciones nacionales. Con base en los resultados, veremos cómo nos seguimos expandiendo”.
De esta manera, la empresa chilena se une a un gran proyecto que se está ejecutando en más de 450 plantas de hormigón en Canadá, Estados Unidos, Sudeste Asiático y Latinoamérica, donde se han reducido a la fecha más de 130.000 toneladas de CO2.