Este miércoles 2 de marzo partió el año escolar 2022 y miles de estudiantes en todo el país volvieron al colegio de manera presencial. Junto con reencontrarse con sus compañeros y profesores, la presencialidad implica, además, volver a usar uniforme escolar y retomar la rutina de trasladarse diariamente entre el colegio y la casa, llevando sobre los hombros esa a veces pesada carga de útiles escolares, cuadernos y libros.
No más del 15%de su peso corporal debiera llevar el alumno como carga en la mochila
Para evitar que esto pueda provocar algún tipo de molestia o lesión en los menores, es importante tener en cuenta algunas consideraciones a la hora de escoger la mochila adecuada, pero por sobre todo para utilizarla correctamente.
El Dr. Matías Delgado, traumatólogo de columna de la Clínica Alemana, explica a Emol que "no existe evidencia científica que recomiende una mochila sobre otra", sino que "en lo que hay que centrarse es en el correcto uso de la mochila". De todas formas, menciona fijarse en que "las correas y las zonas de apoyo lumbar tengan un buen acolchado, para que no se generen zonas de hiper presión que puedan provocar dolor o presiones en la piel".
Sobre este punto, el kinesiólogo-ergónomo Gabriel Araya, académico de Kinesiología de la Universidad San Sebastián (USS), dice que, en general, "se sugiere que la mochila sea cómoda, que cubra la columna lumbar y torácica", y "para que tenga una mayor sujeción al torso", es preferible que cuente "con listones transversales que la afirmen a nivel abdominal".
Uso "simétrico" de la mochila y reducir al máximo su uso diario
Los expertos afirman que uno de los aspectos más importante es el nivel de carga que se lleve en la mochila. Aquí advierten que –de acuerdo a la recomendación que dan las sociedades científicas– ésta no debería superar el 10% o 15% del propio peso corporal del alumno. "Eso evita problemas a nivel de los hombros, de columna dorsal y lumbar", explica Gonzalo Pacheco, kinesiólogo-ergónomo de la USS. Dice que "en el caso de los niños que cargan muchas veces con mochilas pesadas, se pueden generar adaptaciones a nivel postural".
La distribución de la carga también es importante. Aquí lo recomendable –según explica Gabriel Araya– es que "los objetos de más peso estén lo más próximos a la columna, porque ayuda a que el tronco se mantenga recto, y que esos objetos se sitúen a una altura aproximada entre la zona torácica baja y lumbar alta, para evitar que el niño se incline hacia adelante para compensar el peso".
Otro aspecto relevante es que la mochila sea llevada correctamente en la espalda. Según explica el Dr. Matías Delgado, ésta se debe usar de manera simétrica, "colocándose las correas en ambos hombres", ya que "el uso solamente en un hombro se ha asociado a que el niño debe inclinarse contralateralmente para hacer oposición y equilibrio al peso de la mochila y eso podría traducirse en mayor dolor dorsal, lumbar o cervical".
En cuanto a la altura en que debe ir puesta en la espalda, señala que "debe estar centrada más o menos al nivel del tronco, ni muy alto cerca de los hombros, ni muy bajo a nivel de la zona lumbar". Subraya que también es importante limitar el tiempo de uso diario de la mochila, "tratando de minimizarlo, evitando su uso entre clases y solamente (usarla) para los traslados desde la casa al colegio o desde el colegio a la casa".
Mochilas con ruedas: En qué caso se recomiendan y cómo se deben usar
Una alternativa a la mochila tradicional es la mochila con ruedas, tipo maleta de viaje, que se ha masificado entre los estudiantes, aunque algunos establecimientos recomiendan no utilizarlas. ¿Tienen alguna ventaja sobre las tradicionales?
El Dr. Delgado comenta que "no existe una recomendación en cuanto a que las mochilas con ruedas sean mejores que las mochilas colgantes". No obstante, indica que "teniendo en consideración que a los niños más pequeños si les ponemos mochilas que cuelgan superaremos fácilmente su 10% o 15% de peso corporal en carga, podría ser una alternativa el usar mochilas con ruedas".
Sin embargo, explica que "cuando el niño ya tiene un mayor peso y pudiera llevar en una mochila colgante el 10% a 15% máximo de su peso corporal, yo recomendaría más el uso de mochilas colgantes, dado que puede ser que el niño o adolescente deba inclinarse para tirar la mochila con ruedas y eso generar un desbalance en su columna, un aumento en la presión y provocar más dolor en la zona dorsal o lumbar".
Sobre la forma correcta de llevar este tipo de mochilas, el Dr. Delgado dice que "lo ideal sería una mochila (con ruedas) que tenga una manilla con longitud adecuada para que le quede al menos a la altura de la cadera y así el niño no tenga que inclinarse hacia el lado para poder agarrar la manilla. Tampoco sobrecargar la mochila y tratar que el niño, cuando la arrastre, no se incline mucho hacia el lado porque eso le pudiera generar a mediano plazo dolor dorsal o lumbar".
Por su parte, los ergónomos de la USS señalan que la mochila con ruedas no debiera ser llevada hacia atrás con una sola mano, sino que su uso correcto es llevándola hacia adelante, empujándola con ambas manos como un carro de supermercado.