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Ausencia de corbata y predominio de lila y verde: Análisis a las señales detrás de la vestimenta del nuevo gabinete

El Presidente y varios de sus ministros no usaron dicho accesorio masculino en el cambio de mando. Mientras que las ministras y la Primera Dama resaltaron esos colores en sus trajes o accesorios.

11 de Marzo de 2022 | 17:48 | Por Natacha Ramírez, Emol
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Autenticidad y guiños al feminismo proyectaron ministros hoy en el cambio de mando, según expertos.

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SANTIAGO.- La ceremonia de cambio mando de este viernes, en que Sebastián Piñera le entregó la banda presidencial a Gabriel Boric, estuvo llena de simbolismos. Desde tratarse de la persona más joven de la historia de Chile en ser investido Presidente de la República –teniendo la mitad de la edad del gobernante saliente–, que haya jurado el primer gabinete integrado por más mujeres que hombres, hasta las palabras y frases que usó el Mandatario en ciertos momentos, las personas que invitó y sus gestos de emoción y espontaneidad.

Dentro de todo ese simbolismo, también hay uno que estuvo dado por la vestimenta que utilizaron tanto el Presidente como sus ministros y la Primera Dama, la cual no fue al azar.

Sacarse la corbata, "un símbolo de masculinidad"


Sin duda que lo más evidente fue la ausencia de corbata tanto en el Mandatario como en varios de sus ministros, entre ellos el titular de la Segpres, Giorgio Jackson; de Economía, Nicolás Grau; y de Agricultura, Esteban Valenzuela, quien además usó una camisa verde.

"Eso es un elemento muy relevante en el contexto de un gobierno feminista, porque la corbata es un símbolo de masculinidad", afirma la diseñadora y Magíster Artium en Historia Pía Montalva, quien es especialista en historia de la indumentaria y la moda.

"(La ausencia de corbata) es un elemento muy relevante en el contexto de un gobierno feminista, porque la corbata es un símbolo de masculinidad (...) El traje oscuro, la camisa blanca y corbata es una indumentaria que proviene del siglo XIX y que representa una masculinidad particular, donde el hombre es el proveedor y el que ocupa el espacio público"

Pía Montalva, especialista en historia de la indumentaria
La también Doctora en Estudios Latinoamericanos de la U. de Chile, explica que "el traje oscuro con la camisa blanca y corbata es una indumentaria que proviene del siglo XIX y que representa una masculinidad particular, donde el hombre es el proveedor y el que ocupa el espacio público. Y, por lo tanto, se viste de manera muy neutra. La corbata es el único elemento de adorno que está permitido al hombre en su rol público y de sujeto productivo y eficiente. Y la mujer es quien pone en su indumentaria color, textura, todos los elementos decorativos. Eso es muy marcado". "Entonces, la supresión de corbata (en Boric y sus ministros) marca esa diferencia. Yo creo que hubo un mensaje claro", sostiene.

Un cambio tan marcado como éste en una ceremonia de cambio de mando probablemente no se veía desde 1970, cuando Salvador Allende se convirtió en el primero que asumió como Presidente sin usar frac. A juicio de Montalva, si bien ambos gestos "tienen que ver con ir un paso adelante en la norma protocolar", la señal de Allende y Boric son muy distintas. "Lo que hizo Allende fue marcar una diferencia desde el punto de vista de clase, porque el frac era la indumentaria de la elite, entonces él usó la chaqueta más corta a la que tenía acceso el pueblo. Pero en el caso de Boric, (la corbata) tiene una lectura súper distinta, porque es una lectura de género. Es otro momento histórico", apunta.

Para Carlos Correa Bau, ingeniero civil y especialista en opinión pública y comunicación política, la ausencia de corbata en el nuevo Mandatario "es un símbolo de que él es consistente consigo mismo, con su historia". "Desde el punto de vista de señal política, el no uso de corbata es un acto de consistencia y consecuencia y, en comunicación, eso es fundamental. Yo, del punto de vista comunicacional, le habría recomendado lo mismo", señala.

En su opinión, "si el Presidente y los ministro andan sin corbata, ésta va a empezar a desaparecer como prenda oficial y símbolo de seriedad".

Ministros sin corbata y ministras de morado fueron los principales códigos que se vieron en el vestuario. (Crédito: Aton)

Guiños al feminismo en el color de la ropa de las ministras


Un segundo elemento relevante es que en el vestuario de las ministras, sobre en las de menor edad, predominaron las tonalidades púrpura, rosado y lila, lo que a juicio de Pía Montalva "marca la idea de un Gobierno feminista". La titular de la Segegob, Camila Vallejo; del Interior, Izkia Siches; y la de Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana, fueron algunas de las utilizaron trajes en esos tonos.

La especialista hace ver que esos colores también estuvieron presentes en las corbatas de los ministros que sí llegaron con dicho accesorio, como el titular de Vivienda, Carlos Montes. Mientras que el ministro de Hacienda, Mario Marcel, usó una con flores, "que también está dentro de una corbata más femenina en su decoración, no es la clásica corbata roja a rayas", apunta.

"Nadie se inventó algo que no era. Los que siempre ocuparon corbata no se la sacaron. Por ejemplo, Montes fue vestido de Montes. Marcel se puso una corbata un poquito más colorinche. Pero, en general, todos los ministros y ministras se vistieron de sí mismos y, por lo tanto, trasmitieron autenticidad"

Carlos Correa Bau, especialista en comunicación política
Otro color que también estuvo presente en la ceremonia fue el verde, el cual simboliza estar a favor de la legalización del aborto. Éste se observó en el conjunto que utilizó la Primera Dama, Irina Karamanos; en el pañuelo en la solapa de la ministra de la Mujer, Antonia Orellana; y en el pañuelo en la muñeca de la ministra de Bienes Nacionales, Javiera Toro. "Yo creo que el elemento color y el elemento masculinidad fueron cosas bastante claras en términos de señales", afirma.

Sobre el vestuario de las ministras, Carlos Correa Bau hace énfasis en que éstas "eligieron vestimentas con las que se sentían cómodas y no hubo ninguna que se viera como empaquetada". "Eligieron vestimentas menos formales y optaron por sentirse elegantes y cómodas al mismo tiempo. Las vestimentas eran no forzadas. No trataron de disfrazarse de lo que no eran. Nuevamente, lo que trasmiten también es consecuencia", señala.

Dice que, en general, entre los ministros "nadie se inventó algo que no era. Los que siempre ocuparon corbata no se la sacaron. Por ejemplo, Montes fue vestido de Montes, como se viste siempre, no se sacó la corbata. Marcel se puso una corbata un poquito más colorinche –él prefiere corbatas de un solo color–. Pero, en general, lo que noté en todos los ministros y ministras es que se vistieron de sí mismos y, por lo tanto, trasmitieron autenticidad".

También hace notar que, en cuanto a la forma, el Presidente Boric se mostró "chasconeado y republicano". "Se dio el tiempo de saludar a la gente, dar abrazos profundos, en algún momento Irina le arregló la banda, la salida fue muy afectuosa, era como un rock star. En estas ceremonias el protocolo es muy estricto y él la chasconeó un poco y salió bien. Esa naturalidad es el símbolo de un Gobierno que no va a perder la frescura, que va a seguir teniendo el sentido republicano, pero va a apostar por la frescura", señala.

El ministro Mario Marcel mantuvo la corbata, y Camila Vallejo usó morado y una chapita con un ciprés. (Crédito: Aton)

¿Y el traje pascuense de la jefa de protocolo?


Además del Presidente y sus ministros, llamó la atención la indumentaria de la directora de protocolo del Presidente, Manahi Pakarati, quien utilizó una vestimenta tradicional del pueblo Rapa Nui, del cual ella es parte.

Su atuendo generó opiniones encontradas entre los expertos. Para Pía Montalva, fue "un desacierto", ya que "cuando uno se viste, más allá del mensaje que quiere comunicar, tiene que representar el rol que ejerce. Y éste es un rol súper importante, pero no protagónico. Entonces usar una indumentaria, muy legítima, pero ultra protagónica, incluso podía opacar la imagen del Presidente, sobre todo porque el tocado le prolongaba su altura".

"Yo estoy de acuerdo con que las personas visibilicen sus identidades y me parece súper legítimo que sea con su indumentaria, pero creo que el momento y el lugar no se deben olvidar (...) Y ella tomó un rol que visualmente no le corresponde. Podría haber sido más sutil, con algún símbolo en particular, pero no con ese despliegue", agrega.

En tanto, desde el punto de vista de las señales políticas, para Carlos Correa la indumentaria que utilizó la jefa de protocolo "me pareció un gesto potente a los pueblos originarios". "Los jefes de protocolo siempre son formales y acá, primero, la sola asignación de ella ya es un símbolo, pero que ella esté, además, con ropa pascuense es un símbolo profundo y tremendo. Y, obviamente, tiene que haber formado parte del diseño", comenta.

La directora de protocolo, Manahi Pakarati, no pasó desapercibida. (Crédito: El Mercurio)