Ojo con lo que te recomiendan: Especialistas desmienten los diez mitos para bajar de peso que más llegan a las consultas
Desde llevar una dieta más estricta, a creencias populares como que el sushi es más sano que la comida chatarra y que el agua con limón sirve para quemar grasas. Tres nutriólogos consultados por El Mercurio explican qué hay detrás de estos tips.
Los expertos concuerdan que los mitos para bajar de peso —sin evidencia científica— están en aumento y se propagan fácilmente por boca a boca o redes sociales. Aquí, tres especialistas consultados por el cuerpo de Salud&Bienestar de El Mercurio, comparten diez de las creencias que más llegan a sus consultas, y que quisieran que dejaran de existir.
1. Las dietas extremas
Para Kristel Strodthoff, nutrióloga de la Clínica Alemana, el top uno de los mitos es que las dietas muy estrictas son una forma óptima para bajar de peso. "Puede ser que personas hayan bajado de peso teniendo una dieta súper estricta, como la de la piña, la alcachofa, entre otras, pero eso es a corto plazo y crea falsas expectativas", señala.
Estas dietas generan carencias nutricionales, no son sostenibles a largo plazo y, por ende, están vinculadas a un efecto rebote, como también enlentecen el metabolismo, al provocar pérdida de masa muscular. Por eso, destaca, "la única forma de lograr un resultado adecuado y saludable de baja de peso, a largo plazo, es cambiando nuestros hábitos hacia una alimentación saludable y balanceada. Eso nunca puede ser algo demasiado extremo".
2. Grupos alimenticios malos
En relación a lo anterior, "está el demonizar algún grupo de alimentos. Hay personas que dicen que para poder bajar de peso uno no puede comer grasas, o que la única forma es no ingiriendo carbohidratos", lo que es una creencia equivocada, dice Strodthoff.
"La gran mayoría de los alimentos, excepto los procesados, tienen algún aporte para la salud, como proteínas o vitaminas". La idea, es hacer una mejor selección de las comidas que se ingieren, por ejemplo, "del tipo de grasas o carbohidratos que comes -preferir grasas sanas, como las de la palta, en vez de saturadas o trans, y optar por carbohidratos menos procesados y más ricos en fibra, como algunos tipos de cereales- y mirar las cantidades", explica.
3. Light o sin azúcar
En Chile, indica Juan Carlos Vega, nutriólogo de la Clínica Las Condes, "todavía tenemos esa fascinación con los alimentos light o sin azúcar. Se piensa que si dice light es saludable y podemos comer infinito de esos productos, dejando de lado alimentos que tienen azúcar de buena calidad como la fruta. No es así".
Por ejemplo, apunta, "las personas dejan de comer plátano, que genera saciedad y tiene potasio y fibra. Lo cambian por galletas sin azúcar añadida, que tienen más azúcar, no tienen fibra, ni carga proteica, vitaminas, o minerales y que además tienen más del doble de la carga calórica al día". Por ello, recomienda no dejarse llevar por estas etiquetas.
4. El sushi es más sano
Asimismo, en el país, el sushi ha tomado protagonismo dentro de las comidas rápidas. "Se prefiere, en vez de hamburguesas, por ejemplo, pensando que es más saludable", dice.
"Pero, el sushi que más consumimos aquí, contrario al japonés original, es frito, con queso crema y tiene cargas calóricas altas, con poco valor nutricional. Además, las personas no miden sus porciones, al considerar que es sano". La llamada es a analizar los componentes y la cantidad de los alimentos que se ingieren, antes de elegirlos.
5. El agua con limón quema grasa
Un mito algo más inocuo es que "el agua con limón o vinagre de manzana, que las personas tienden a tomarse en la mañana, supuestamente va a quemar grasa", añade el nutriólogo.
"Sabemos que no existe un alimento que tenga esa capacidad. Aunque consideren que tiene un efecto 'ultra bueno' para la salud, lo que aporta, desde el punto de visto nutricional, es la hidratación", precisa.
6. Los jugos de fruta natural son saludables
"Beber jugos de fruta natural es considerado saludable y se fomenta en ciertas dietas, por ejemplo, de detox. Se piensa que, al ser procesados, permiten que las vitaminas y los nutrientes se absorban de mejor manera", dice Ximena Martínez, nutricionista de la Red de Salud UC Christus.
Esto es un mito. "La fruta tiene vitaminas, fibra, minerales, pero no hay evidencia de que se absorban mejor en un medio líquido. Lo que sí se absorbe mejor son los azúcares, la fructosa", precisa. De hecho, un consumo exacerbado de jugo se relaciona con obesidad, principalmente en niños, y la aparición de caries.
Entonces, sugiere preferir consumir la fruta en su estado natural, que es "más saludable", y "tiene fibra que enlentece la absorción de la fructosa".
7. Las leches proteicas son mejores
Martínez apunta a que hay una percepción de que las leches proteicas son más saludables que las no proteinizadas. En realidad, las leches con proteína añadida se usan para pacientes que tienen un mayor requerimiento proteico o con capacidad gástrica disminuida.
"Para la población general, un consumo de lácteos normal, bajo en grasa y sin azúcar añadida, es totalmente recomendado y no es menos saludable que la proteinizada, que en 200 ml tiene 2 g de proteína más y cuesta casi el doble", señala.
8. Ayuno intermitente es más efectivo
"Se cree que el ayuno intermitente -tener una ventana de ayuno de 16 horas y la ingesta de 8 horas-, es más efectivo para la pérdida de peso, que otros tipos de dietas", dice Martínez. Pero, enfatiza que "no hay evidencia que nos diga que el ayuno intermitente permite una pérdida mayor que otras dietas". La pérdida de peso dependerá "de la persona, el patrón de comida y la forma en que se genera la restricción de calorías, entre otros aspectos".
9. Comer de noche
Muchos creen que comer de noche engorda. Según Martínez, "no importa en qué momento del día se coma, lo importante es la calidad del alimento que se come, cuánto se come y el nivel de sedentarismo".
"Si yo soy sedentaria, como muy tarde alimentos demasiado calóricos o ricos en grasas saturadas, voy a subir de peso. En vez, si tengo un buen nivel de actividad física, mi alimentación, aunque sea tarde, es saludable, no tengo por qué aumentar de peso", asegura.
10. Exagerar con ejercicio aérobico
"Las personas creen que para bajar de peso tienen que exagerar haciendo ejercicio aeróbico: corriendo o andando en bicicleta, por ejemplo", acota Strodthoff. Esto no es correcto. "Lo recomendable es combinar el ejercicio aeróbico con ejercicio de fuerza localizado; si tenemos más músculo, nuestro metabolismo está más acelerado, por lo tanto, es más fácil obtener un balance de energía negativo".
Fuente: Anna Nador, El Mercurio. | Recursos: Freepik