Se acerca el verano y los anteojos de sol se vuelven fundamentales no solo para mejorar la visión en días muy iluminados, sino también para proteger los ojos de los rayos ultravioleta (UV) y evitar eventuales daños por sobreexposición.
La Especialista en Dirección Técnica de GMO, Nadia López, explicó que durante el periodo estival es importante que las personas usen anteojos de sol, especialmente durante las horas de mayor luminosidad.
“Nos protegen de los rayos dañinos del sol, tanto la estructura externa como interna del ojo, sin contar que también nos permite tener una mejor visión y noción del espacio donde nos estamos desenvolviendo gracias a que pueden tener la graduación que cada uno necesita”, explicó la profesional.
En términos generales, agregó, eso significa que quienes usan anteojos por prescripción médica no solo pueden acceder a cristales de sol que replican las prestaciones de sus anteojos diarios, sino que también pueden combinar la moda y la funcionalidad de estos.
Distintos colores y funciones
En ese contexto, la profesional explicó que la persona puede escoger los colores de sus cristales dependiendo de sus necesidades más puntuales y aclaró que cada tonalidad cumple una determinada función.
Por ejemplo, puntualizó la profesional, el color gris reduce el brillo y el deslumbramiento, siendo ideal para la luz solar intensa y actividades al aire libre, ya que “permite conservar la naturaleza de los colores que percibimos del entorno y evita la fatiga visual”.
Añadió que otro color muy demandado en Ópticas GMO para los anteojos de sol es el café, tonalidad que mejora la percepción del color y bloquea la luz azul nociva, siendo recomendado para conducir y realizar deportes outdoor. Finalmente, el color verde ofrece un alto nivel de color natural, mejorando la claridad visual y el contraste.
Otros tratamientos: polarizados y espejados
La profesional agregó que en el caso de GMO también se ofrecen tratamientos adicionales para optimizar la experiencia visual de la persona con cristales polarizados y espejados.
El primero, añadió Nadia López, reduce el brillo y la fatiga ocular, permitiendo una visión más cómoda en escenarios donde hay condiciones de luz intensa. “En este caso, los cristales son tratados para poder filtrar los brillos que se producen sobre las superficies y que pueden afectar al ojo”, dijo la experta.
Por último, en el caso de los anteojos con cristales espejados, estos no solo reducen el brillo, sino que también cuentan con una capa reflectante que disminuye aún más la luminosidad del entorno, ofreciendo una visión mucho más pareja.
“Este tratamiento, que se hace sobre el cristal, sirve principalmente para reflejar el exceso de luz impidiendo que esa luz ingrese directamente a los ojos y pueda producir algún tipo de deslumbramiento visual”, dijo la profesional.
