Una gran conmoción en el mundo del espectáculo ha causado la
repentina muerte del conductor de programas sobre viajes
Claudio Iturra a sus
43 años. El periodista que se dedicó a compartir sus aventuras con los chilenos, falleció la madrugada de este jueves a causa de un
infarto agudo al miocardio, según información preliminar.
Este, según explica a
Emol Dante Lindefjeld, cardiólogo del Centro de Enfermedades Cardiovasculares de la Clínica Universidad de los Andes, se define como "la
privación de sangre o de circulación al
músculo cardíaco. Si esto se prolonga, va generando la destrucción de las células cardíacas y por consiguiente la muerte del músculo cardíaco".
A su vez indica que "en principio, gran parte del fenómeno se produce por una
obstrucción de la coronaria (...), pero pueden existir otras causas de muerte del músculo cardíaco,
pero en un 90% podríamos atribuirlas a la obstrucción de alguna de las coronarias".
Pese a que este tipo de situaciones era solo una
preocupación para los
adultos mayores, durante los últimos años se ha registrado un
alza de infartos en la población joven tanto en Chile como en el mundo
, especialmente en la franja de edad entre 35 a 50 años, e incluso menores.
El Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) del
Minsal, entregó información correspondiente a egresos hospitalarios en establecimientos pertenecientes al sistema nacional de servicios de salud por
enfermedades isquémicas del corazón, señalando que las cifras se
acercan al total de casos de infarto agudo al miocardio, ya que no hay un registro exacto.
En adultos entre
30 y 50 años se registraron un total de
1.868 episodios en el año
2017, 1.832 en el 2018 y
2.015 en el 2019. En tanto, en el 2020 se documentó un total de 1.879 incidentes, en el 2021 y 2022, 2.371, y en el
2023, se evidenció un
aumento considerable, ya que se registraron un total de
2.510 casos.
En lo que va del
2024 se han presentado en Interclínica (red nacional de clínicas médicas que ofrece un servicio de salud privado)
11 casos de infartos en personas entre
30 y 49 años. Diez de estas tenían entre
40 y 49 años y el
caso restante estaba dentro del rango de
30-39. Esto significa que un
17% de los episodios se han registrado en la categoría de
adultos jóvenes (entre 30-49 años).
Durante todo el 2023 se registraron en la misma red, un total de
32 infartos en pacientes entre 30 y 49 años (10 corresponden a personas entre 30-39 años, y 22 a adultos entre 40-49 años).
Pese a que este año aún no ha terminado, hasta la fecha ya se observado un
incremento en los casos en los adultos entre 40-49 años, ya que durante el
2023 representaron un
10% del total y ahora constituyen un 14%.
Malos hábitos gatillan el aumento de casos de infarto
Frente a este complejo panorama, algunos especialistas alertan sobre la importancia de
tomar conciencia a edad temprana y
fomentar las
conductas de autocuidado para prevenir estos episodios a tiempo.
Los
cambios en el estilo de vida, como una
dieta poco saludable, la
falta de ejercicio, el
tabaquismo y el
aumento del estrés, han contribuido al
desarrollo de enfermedades cardíacas de manera más prematura.
"La incidencia de los infartos en jóvenes ha estado aumentando en los últimos años debido a cambios en los estilos de vida, por ejemplo, los cambios en la dieta, el aumento de la obesidad, la falta de ejercicio y el alto nivel de estrés pueden contribuir a un mayor riesgo".
Marcelo Lindh, cardiólogo de Nueva Clínica Cordillera
Sobre esto, expertos advierten que es importante entender que si bien los
infartos en jóvenes son menos comunes que en adultos mayores, estos pueden ocurrir y están relacionados con
factores de riesgo significativos.
Según comenta Marcelo Lindh, cardiólogo de Nueva Clínica Cordillera, la mayoría de estos factores de riesgo estarían gatillados principalmente por los
malos hábitos. "La incidencia de los infartos en jóvenes ha estado aumentando en los últimos años
debido a cambios en los estilos de vida, por ejemplo,
los cambios en la dieta, el aumento de la obesidad, la falta de ejercicio y el alto nivel de estrés pueden contribuir a un mayor riesgo".
Además, explica que otros factores que están vinculados al incremento de los incidentes cardíacos son: una
presión arterial alta, niveles elevados de colesterol, y también
antecedentes genéticos de enfermedades cardíacas en la familia.
Asimismo, asegura que el
alto consumo de alcohol y drogas que se ha visto en la población joven, también puede aumentar el riesgo de infartos por sus efectos adversos en el sistema cardiovascular.
Síntomas en jóvenes pasan desapercibidos
Cabe mencionar que Dante Lindefjeld explica que cuando "hay una estrechez de las coronarias, que se va produciendo lentamente, puede condicionar a un
deterioro de la capacidad aeróbica del paciente y más cansancio del habitual".
"En una persona joven no necesariamente hay síntomas que alerten del problema. Es probable que pasen muy desapercibidos".
Dante Lindefjeld, cardiólogo de la Clínica Universidad de los Andes
Sin embargo, recalca que "en una
persona joven no necesariamente hay síntomas que alerten del problema". De hecho, afirma que "es probable
que pasen muy desapercibidos, es decir, algún tipo de
dolor vago abdominal, dolores torácicos inespecíficos,
pero podrían no alertar al paciente que está en un riesgo inminente de un infarto".
En esa línea sostiene que es fundamental realizarse un
chequeo preventivo, sobre todo si es que hay pacientes que tienen antecedentes. Al hacerlo, explica, "si se detecta algún signo de alarma como el colesterol elevado, alguno de los otros factores como diabetes, hipertensión u otra condición que pueda generar en un futuro un infarto,
se tratan de compensar y estabilizar,
y tratar de analizar y evaluar cuál es el grado de la enfermedad coronaria que podría tener en el caso de tener un riesgo cardiovascular alto".
Asimismo, es importante mencionar que los especialistas recomiendan estar atentos a algunas señales de advertencia para recurrir a atención médica,
como dolor en el pecho,
dificultad para respirar, náuseas intensas y vómitos sin causa aparente, mareos o desmayos, sudoración excesiva, palpitaciones irregulares.
En tanto, Lindefjeld establece que si "llegasen a tener algún signo o algún síntoma que abruptamente noten un deterioro de su capacidad aeróbica, eso podría ser sinónimo de que algo malo está pasando con la parte coronaria, porque el corazón trata de defenderse y bombea menos porque sabe que se puede infartar". A modo de ejemplo, afirma que "si antes trotabas 3, 4 kilómetros sin ningún problema y ahora caminan o suben un par de pisos o las escalas y notan que se cansan de forma significativa", hay que tomarlo en cuenta.
Prevención
El médico de Nueva Clínica Cordillera señala que es fundamental preocuparse de los infartos en la población dentro del rango entre 30 y 50 años, ya que como "se cree que los jóvenes no están expuestos a problemas cardiovasculares, eso hace que no le demos la importancia que requiere este tema en la población adulta joven".
"Es crucial entender la relevancia de tomar cartas en el asunto, pues estas enfermedades -en su mayor parte- pueden prevenirse si se toman las medidas adecuadas a tiempo", agrega el especialista quien además entrega algunas recomendaciones:
"Adoptar un estilo de vida saludable desde una edad temprana puede marcar una gran diferencia en la salud del corazón a largo plazo".
Marcelo Lindh, cardiólogo de Nueva Clínica Cordillera
- Mantener un
estilo de vida saludable, como una dieta equilibrada, ejercicio regular y evitar el tabaco y el consumo excesivo de alcohol.
- Controlar el peso
- Controlar los niveles de azúcar en sangre y colesterol, y realizar chequeos médicos regulares.
- Realizar ejercicio regularmente, al menos 30 minutos al día, la mayoría de los días de la semana.
- Mantener el estrés bajo control.
La prevención es clave, indica Lindh, quien establece que "adoptar un
estilo de vida saludable desde una edad temprana puede marcar una gran diferencia en la salud del corazón a largo plazo".