La
maternidad después de los 40 años es una realidad en Chile y en el mundo. Y es que la priorización de proyectos personales o laborales, factores económicos, búsqueda de una pareja estable, planificación de viajes, son solo algunas de las razones que explican esta
tendencia que ha favorecido el
aumento en el uso de tratamientos de medicina reproductiva asistida para que una mujer pueda quedar embarazada a la edad que desee.
"La
maternidad después de los 40 años está aumentando, llegó para quedarse y va a seguir aumentando en los próximos años", asegura a
Emol Enrique Merino, ginecólogo de la Unidad de Medicina Reproductiva de la Clínica de la Mujer.
"La maternidad después de los 40 años está aumentando, llegó para quedarse y va a seguir aumentando en los próximos años".
Enrique Merino, ginecólogo
Las
cifras -dice-
"lo respaldan". De acuerdo a la Red Latinoamericana de Reproducción Asistida (REDLARA) -institución científica y educativa, que reúne a más de 200 centros que realizan técnicas de reproducción asistida en América Latina-,
en 2020, de los casi 195 mil partos, 779 correspondieron a mujeres de 45 años o más.
Además, otro dato interesante según el experto es que entre el 2015 y el 2021
la congelación de óvulos aumentó un 168% en Chile,
y unas
mil mujeres al año en nuestro país deciden congelar sus óvulos con el fin de convertirse en madre cuando quieran.
Merino cuenta que además de que la mujer está decidiendo postergar la maternidad por motivos personales, hay algunas que
"están teniendo como una falsa expectativa de que ser mamá a los 40 años es muy fácil, porque se ve a las famosas en la tele, o el caso de la amiga que se embarazó a los 50 años sin ningún problema. Eso puede ocurrir, pero
son excepciones y la norma general nos dice que a mayor edad va a ser más difícil", agrega.
Los tratamientos de reproducción asistida
Carlos Sferrazza, ginecólogo con especialidad en reproducción de la Clínica de la Mujer y Medicina Reproductiva en Viña del Mar, explica que "
hay varias alternativas de tratamientos de reproducción para que una mujer logre un embarazo después de los 40 años". En ese sentido establece que lo primero es "intentar una
fertilización in vitro con sus propios óvulos, acompañado por un estudio genético del embrión para asegurarnos de transferir un embrión genéticamente normal". Esto se puede realizar si "
existe una buena reserva ovárica", aclara el especialista.
Otra alternativa, dice el doctor, "es la
congelación y criopreservación de ovocitos antes de los 35 años cuando se desea postergar la maternidad. En estos casos se realiza la fertilización in vitro con los ovocitos jóvenes preservados previamente para tratar de conseguir el embarazo en el momento deseado".
Por último, señala que si una paciente tiene una mala reserva ovárica, y más de 39 años podrá optar al programa de
ovodonación, que consiste en recibir ovocitos donados por una donante apropiada para ella y fertilizados con espermios de su pareja. Los embriones obtenidos son transferidos a su útero en el momento que lo deseen.
Sferrazza explica que los
óvulos de una mujer pueden estar congelados todo el tiempo que se requiera, ya que hasta el momento no se ha demostrado algún tipo de alteración de los ovocitos que están criopreservados.
"Igual es un embarazo de alto riesgo"
Utilizar estos métodos
es "seguro", según Merino, aunque tienen
"riesgos mínimos" pero que
no tienen relación con el procedimiento en sí. Esto porque el ginecólogo afirma que "un
embarazo a mayor edad va a tener mayor riesgo que a una edad menor. Esto es independiente de que sea un embarazo tanto de forma natural como en paciente que haya recibido algún tratamiento de fertilidad como inseminación intrauterina o fertilización in vitro, por lo que igual es un embarazo que se va a considerar de alto riesgo".
"Cuando una mujer de 40, 41 años está embarazada, nosotros sabemos que solo por el hecho de tener más de 40 años, la posibilidad de que ese bebé aborte de forma natural, es un 50%. Si lo comparamos por ejemplo con un grupo de mujeres entre 30 y 35 años de edad, la posibilidad de que estas mujeres pierdan a su bebé de forma natural es un 15%".
Enrique Merino, ginecólogo
De esta forma detalla que hay mayor probabilidad de "
presentar hipertensión durante el embarazo y que se transforme en preeclampsia. A su vez, tiene mayor riesgo de generar
diabetes gestacional, de que requiera una cesárea por esto mismo, o también tiene
mayor riesgo de que se descompense si es que tiene alguna enfermedad como por ejemplo, que la paciente sea asmática o tenga hipotiroidismo".
Además, el doctor señala que como especialista en medicina reproductiva, lo que más les asusta a los expertos es que "cuando una mujer de
40, 41 años está embarazada, nosotros sabemos que solo por el hecho de tener
más de 40 años, la posibilidad que tiene esa paciente de que ese bebé aborte de forma natural, es un 50%".
"Si lo comparamos por ejemplo con un grupo de mujeres
entre 30 y 35 años de edad, la posibilidad de que estas mujeres, pierdan a su bebé de forma natural es un 15%. Entonces es un salto gigante", agrega.
Merino explica que lo anterior sucede debido a que
"a mayor edad hay una peor calidad de material genético de los ovocitos y el riesgo más importante es que el bebé venga con un ADN que no es compatible con la vida", ya que pueden existir anomalías en los cromosomas. En esa línea, el doctor indica que desde el área médica, la recomendación siempre será que
"una mujer se embarace lo más joven posible".
1.000mujeres al año deciden congelar óvulos
Pese a esto, Sferrazza entrega algunas recomendaciones para las mujeres que deciden ser madre después de los 40 años y se someten a este tipo de tratamientos. El experto indica que "lo primero es realizar una
evaluación completa del estado de salud de la mujer previo al embarazo y así, poder tratar alguna patología en forma precoz y suplementar carencias vitamínicas o corregir alteraciones del peso.
Posteriormente es vital evaluar la reserva ovárica para decidir cuál es el mejor método para lograr su embarazo".
Por otro lado, explica que "si se logra embarazo en
ciclo espontáneo, es
vital el control precoz y, en lo posible, la
evaluación genética del embrión entre las semanas 9 y 11 a través de un examen de sangre de la madre, además de la realización de una ecografía doppler a las 12-13 semanas".
Respecto a si las mujeres después de los 40 años presentan problemas en la lactancia, el especialista indica que "generalmente la mujer que se encuentra en buenas condiciones no tendría ningún impedimento para poder lactar a su recién nacido en forma normal".