La bota que encontró el equipo de National Geographic bajo de la cara norte del Monte Everest.
AP
El hallazgo de una
antigua bota y
un pie anunciado este viernes por un equipo de National Geographic, podría ayudar a
resolver un misterio centenario:
¿quién fue el primer escalador que llegó a la cumbre más alta del mundo, la cima del Everest?
Por ahora ese logro pertenece al
explorador neozelandés Edmund Hillary y a su sherpa Tenzing Norgay que testimoniaron su hazaña el 29 de mayo de
1953. Pero 29 años antes, en junio de
1924, el británico
Andrew Comyn "Sandy" Irvine, de 22 años, y su compañero
George Mallory, de 38 años
desaparecieron en la montaña mientras intentaban llegar a la cumbre, y nunca se supo si efectivamente habían alcanzado a la cima o no.
Ahora, el hallazgo de la bota de Irvine, con un
calcetín que lleva una etiqueta con el nombre del escalador, podría empezar a resolver el misterio, sobre todo cuando se encuentre la cámara Kodak Vest que llevaba el escalador y donde podría estar la prueba gráfica de su logro, si es que la muerte los sorprendió durante el descenso.
Aunque el lugar exacto donde se produjo el hallazgo no ha sido revelado para evitar la llegada de "cazadores de trofeos", en septiembre, en la amplia extensión del glaciar Rongbuk Central, bajo de la cara norte del Monte Everest, un equipo de documentales de National Geographic que incluía al fotógrafo y director Jimmy Chin, junto con los cineastas y escaladores Erich Roepke y Mark Fisher, encontró la bota.
En su interior, descubrieron un pie, restos que
reconocieron al instante como pertenecientes a Irvine, o Sandy, como se le conocía, que desapareció hace 100 años junto a Mallory.
"Levanté el calcetín", dijo Chin, describiendo el momento, "y vi una etiqueta roja que lleva bordado el nombre 'A.C. Irvine'".

La etiqueta en el calcetín que tenía bordado el nombre A.C. Irvine. Crédito: AP.
Chin dice que él y sus compañeros reconocieron la importancia del momento al mismo tiempo. "Literalmente, todos corríamos en círculos y saltando", contó.
Los
restos de Mallory ya habían sido localizados en 1999, mientras que el paradero de Irvine era desconocido. "Es la primera evidencia real de dónde terminó Sandy", dice Chin sobre el descubrimiento, quien espera que el hallazgo ayude a explicar lo que sucedió en la montaña en 1924 y que traiga un cierre a sus familiares.
"Cuando alguien desaparece y no hay evidencia de lo que le sucedió, puede ser realmente difícil para las familias. Y el simple hecho de tener información definitiva de dónde podría haber terminado Sandy es ciertamente útil, y también una gran pista para la comunidad de escaladores sobre lo que sucedió", asegura el director.
De hecho, una de las primeras llamadas de Chin para compartir la noticia fue a la
sobrina nieta de Irvine, Julie Summers, de 64 años, quien escribió una biografía de Irvine en 2001 y ha destacado sus contribuciones al montañismo durante años. Estaba agradecida por la noticia.
"Es un objeto que le pertenecía y tiene un trozo de él", dijo sobre la bota. "Cuenta toda la historia sobre lo que probablemente sucedió", agregó, Summers, que sospecha que los restos fueron arrastrados montaña abajo por avalanchas y aplastados por el glaciar en movimiento.
Y luego sumó que este hallazgo lo considera "como algo cercano al cierre".
La
bota fue hallada supuestamente en algún lugar del glaciar Rongbuk, emergiendo del hielo derretido. Fue un lugar fortuito: calcularon que el hielo se había derretido sólo una semana antes de su descubrimiento.
Según la National Geographic, las autoridades británicas están
corroborando la identidad del pie mediante una muestra de ADN.