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"En ningún momento lo aprobé": Cinco momentos del testimonio de Jenni Hermoso sobre el beso no consentido de Rubiales

Durante más de dos horas, la futbolista declaró en la Audiencia Nacional, que acoge desde este lunes el juicio en el que el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) afronta una petición de dos años y medio de cárcel por coacción y agresión sexual.

03 de Febrero de 2025 | 17:19 | Redactado por Sofía Cereceda, Emol./Agencias
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Jenni Hermoso en una pantalla de la sala de prensa de la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares en un momento de su declaración en la vista oral del juicio contra el expresidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales.

EFE
La futbolista española Jenni Hermoso aseguró este lunes ante un juez que "en ningún momento" aprobó el beso que le dio su "jefe", el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales, tras la final del Mundial en Australia en 2023, y dejó claro que no tiene que estar "llorando en una habitación" para demostrar ese rechazo.

El escándalo estalló ante los ojos del mundo entero el 23 de agosto de 2023, cuando las jugadoras de la selección femenina española, tras haber ganado la final en Sídney, llegaron al podio para las medallas. Al felicitar a Hermoso, la número 10, Rubiales le agarró la cabeza con las dos manos y le plantó un beso en los labios.

El gesto se volvió viral en redes y generó reacciones de indignación en todo el mundo, pero Rubiales se aferró al cargo pese a una suspensión de la FIFA y la multiplicación de los llamados a dimitir, incluso del Gobierno de España. Finalmente, renunció en septiembre de 2023.

Con tono firme y seguro, pese a algún quiebre puntual en la voz, Jenni Hermoso reiteró que no consintió aquel beso de Rubiales que empañó la primera victoria de un Mundial por la selección femenina, y relató las presiones a las que se la sometió para, en palabras de uno de los acusados, "quitarle el mayor problema de su vida" a Rubiales.

Lo hizo durante más de dos horas en su declaración en la Audiencia Nacional, que acoge desde este lunes el juicio en el que Rubiales afronta una petición de dos años y medio de cárcel. Este está acusado de agresión sexual por el beso y por coacciones para que la futbolista disculpara el gesto, delitos por los que la Fiscalía solicita 2,5 años de cárcel.

Rubiales, que estaba con un traje oscuro, junto a su abogada, comparte banquillo con el exdirector deportivo de la selección masculina Albert Luque, el exentrenador de la femenina Jorge Vilda y el exjefe de marketing de la RFEF, Rubén Rivera por las coacciones a la futbolista, un delito por el que la Fiscalía pide para ellos año y medio de prisión.

Estos son algunos de los principales momentos de su declaración:

"No lo aprobé"


En repetidas ocasiones la jugadora de Tigres de la UANL de México, Jenni Hermoso aseguró tajantemente que ni aprobó ni consintió ni propició el beso de Rubiales tras la final del Mundial, segundos después de saludar a la reina y a la infanta Sofía en el palco de autoridades, aquel 20 de agosto de 2023.

Durante el saludo, ella le dijo "la que hemos liado"; él pegó un salto y afirmó "sin ti no lo hubiéramos conseguido". "Lo siguiente fueron sus manos en mis orejas y lo siguiente es el beso", indicó, y reiteró que en ningún momento escuchó a Rubiales preguntarle si podía darle "un piquito" o "un besito", como este sostiene; y si lo hubiese oído, recalcó, no habría accedido.

"Fueron milésimas de segundo" en las que no tuvo "capacidad de reaccionar en ningún momento", según la jugadora, quien nada más bajar, sintió "que eso no había sido normal", y se sintió violentada y "poco respetada".

La jugadora expresó su rechazo a la conducta de Rubiales y afirmó que "desde el primer momento", sin sentirse presionada, pensó en denunciar aquella actuación, que ni buscó ni "mucho menos" esperó.

"Estaba fuera de contexto totalmente, sabía que me estaba besando mi jefe y esto no ocurre ni debe ocurrir en ningún ámbito laboral o social", aseveró Hermoso, que negó varias veces haber sido informada sobre un protocolo antiacoso en la Federación.

"Mancharon uno de los días más felices de mi vida"


Mediante algunas preguntas se han cuestionado las declaraciones que dio la jugadora a la cadena Cope justo después del encuentro, la forma en la que comentó lo ocurrido a sus compañeras en el vestuario, o su reacción ante un meme que comparaba lo que pasó con el beso entre Iker Casillas y Sara Carbonero tras el Mundial de Sudáfrica en 2010.

Ante estas cuestiones y tras subrayar que alguno de esos videos por los que la han preguntado estaba editado, Jenni Hermoso quiso dejar algo claro: "Mi actitud de cómo esté no quita lo que yo siento. No tengo ni que estar llorando en una habitación ni haberme tirado al suelo cuando pasó el acto para dar a entender que eso no me gustó".

La jugadora explicó que al principio evitó comentar demasiado lo sucedido para que no se centrase el foco en eso, sino en el triunfo de la Selección, y por respeto a sus compañeras, que habían luchado mucho por conseguirlo. Pese a ello, lamentó: "Mancharon uno de los días más felices de mi vida".

Las presiones para justificar a Rubiales


Tras relatar el episodio del beso, Jenni Hermoso describió minuciosamente las presiones que sufrió desde que accedió al vestuario tras el partido, en el avión de vuelta a España y durante el viaje a Ibiza del que disfrutaron algunas jugadoras.

"Incontables veces" le pidieron hacer un comunicado o un video con Rubiales tratando de justificar su comportamiento, incluido el propio expresidente, que en la escala en Doha se lo solicitó por sus "hijas" e, incluso, le llegó a decir algo que ha confesado la jugadora que le dolió: "A ti y a mi nos gusta lo mismo".

Tras intentarlo Rubiales, según Jenni Hermoso, su entonces entrenador, Jorge Vilda, intentó convencerla a ella e, incluso, a su hermano, y llegó a sugerir que se la "compensaría"; y ya en Ibiza, lo hicieron Rubén Rivera y Albert Luque, quien no sabía porqué viajó a la isla y llegó a decir a una amiga suya que ella debía haber ayudado a quitar a Rubiales "el mayor problema de su vida", además de subrayar su "bajeza humana".

Fueron, aseguró, "bastante insistentes" para tratar de convencerla y explicó que terminó harta de las "incontables" veces que le pidieron que hiciera un comunicado o un video para justificar los hechos, hasta que pidió que la dejaran "en paz".

Asimismo, sostuvo que fue consciente de las represalias a las que podía enfrentarse por su negativa a colaborar y, es más, apuntó que en la siguiente convocatoria no fue llamada por la sucesora de Vilda, Montse Tomé.

"Totalmente sola" y "desprotegidísima"


Jenni Hermoso dijo que se sintió "totalmente sola" y "desprotegidísima" por parte de la Federación, que debía ser su "lugar seguro", ya que nadie se preocupó por cómo estaba o qué necesitaba.

La jugadora manifestó sentir que, desde aquel episodio, su vida parece que ha quedado en "stand by" y confesó que se siente aliviada de vivir en México, donde juega en el Tigres de la UANL, por la presión mediática que vivió tras aquel episodio, al llegar a Madrid, donde le seguían medios "24 horas".

La exjugadora del Barcelona, señaló haber sentido "miedo de ir por la calle" al volver a España por la atención mediática del caso y afirmó que encontró refugio "allá en México", donde jugaba en el Pachuca, "estando tan lejos".

"No pude disfrutar lo que es ser campeona del mundo", lamentó.

Cabe mencionar que el juicio se extenderá hasta el 19 de febrero e incluirá gran cantidad de testigos, desde varias compañeras de Hermoso, como la doble Balón de Oro Alexia Putellas, al seleccionador masculino Luis de la Fuente, que comparecerá este martes. Rubiales, de 47 años, declarará a partir del 12 de febrero.

El expresidente de la RFEF también es investigado judicialmente por presunta corrupción y contratos irregulares durante su presidencia en la organización, entre 2018 y 2023.