A la izquierda, el hermano de Jenni Hermoso, Rafael Hermoso y a la derecha, la jugadora de la selección Misa Rodríguez a la salida del tribunal.
EFE
El hermano de Jenni Hermoso y una de sus compañeras de equipo declararon ante un juez este miércoles en el tercer día del juicio que se celebra en la Audiencia Nacional española contra el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, acusado de los delitos de agresión sexual y coacciones a la futbolista española, en relación al beso que este último le dio tras la final del Mundial de 2023 y que ella asegura que no consintió.
Ambos indicaron que la jugadora recibió presiones por parte de (RFEF) para que restara importancia al beso no solicitado que le dio Rubiales en la ceremonia de entrega de premios tras la final del Mundial femenina de 2023 que se llevó a cabo en Sídney.
Rafael Hermoso, hermano mayor de la delantera de la selección femenina de España, estaba en el avión que traía de vuelta al equipo y a la delegación de la Federación a España tras haber ganado el certamen internacional.
En la vista, señaló que durante el vuelo, el seleccionador de la Roja femenina,
Jorge Vilda, juzgado junto a Rubiales y otros dos dirigentes de la Federación desde el lunes,
le pidió que hablara con su hermana para "convencerla" de "hacer un video" junto a Rubiales. El clip pretendía explicar
"que la acción del beso había sido un acto consentido, de cariño, de amistad, que (ella) se sentía bien y que no había pasado absolutamente nada, restándole toda la importancia", manifestó Rafael.
Este último también señaló que Vilda se le acercó en el avión de regreso de la final en Australia para pedirle que hablara con su hermana: "Estábamos hablando de fútbol y del logro del equipo y de repente mencionó el beso", expresó y luego agregó: "Palabras textuales me dijo 'me manda el presi a ver si puedes decirle a tu hermana que salga en un video con él para decir que el beso era consentido y quitándole toda la importancia".
Rafael añadió que el seleccionador de la Roja femenina le dijo que las hijas de Rubiales estaban llorando y que el
entonces presidente estaba preocupado por perder su trabajo debido a lo sucedido. Vilda señaló entonces "que mi hermana ya tenía una edad, que tenía ya una carrera y que
si colaboraba las cosas le iban a ir bien (...) pero que si no, no se sabía qué podía pasar" y
que podía haber "consecuencias tanto profesionales como personales", continuó.
Además, sostuvo que Vilda le contó que ya había hablado con Jenni y que ella no había accedido a hacer el video: "Le dije que qué había dicho mi hermana y me dijo que mi hermana no quería hacer el video: 'Si ella no quiere, no lo va a hacer', segundo, lo que te he comentado, y tercero no la voy a convencer de algo con lo que tampoco estoy de acuerdo'", sentenció el hermano mayor de la actual jugadora de Tigres de la UANL de México.
Por su parte, Misa Rodríguez, arquera de la selección, quien también habló como testigo este miércoles, aseveró que durante el largo vuelo, Jenni Hermoso sufrió "presiones".
Asimismo, Rodríguez indicó que que Jenni les contó a las otras jugadoras que estaba siendo coaccionada y que no se encontraba bien después de lo sucedido.
En tanto, manifestó que no sabía cómo reaccionar ante el beso y también mencionó que Jenni les dijo que la estaban presionando para grabar un video y minimizar el beso.
"Jenni habló con Rubiales en el avión y llegó llorando diciendo que la había presionado", declaró Rodríguez.
"En ningún momento nos dijo que el beso había sido consentido", agregó.
El presidente del comité técnico del fútbol femenino,
Rafael del Amo, declaró por igual haber sido testigo de las presiones ejercidas por algunos miembros de la Federación para que Hermoso realizara el video exculpatorio.
"Estaban intentando llegar a un acuerdo o presionar o hablar con Jenni, con su entorno (...) y yo no estaba de acuerdo con eso", señaló Del Amo.
Fiscalía pide dos años y medio de cárcel a Rubiales
Cabe mencionar que Rubiales, presidente de la Federación de 2018 a 2023, está siendo juzgado por agresión sexual, por el beso no consentido, y por coacciones, por supuestamente intentar convencer a la jugadora de apoyar su versión del beso, delitos por los que la Fiscalía pide 2,5 años de cárcel.
Vilda y los otros dos antiguos responsables de la Federación son juzgados por las coacciones y la Fiscalía solicita para ellos año y medio de cárcel.
Sin embargo, los cuatro niegan haber cometido delitos.
Jenni Hermoso dice que no consintió el beso, mientras que Rubiales afirma que fue consensuado.
El beso empañó las celebraciones del título y provocó indignación en España sobre la prevalencia del sexismo en el deporte y en otras esferas.
Rubiales renunció bajo presión tres semanas después y fue sancionado por la FIFA por tres años. Dijo que fue víctima de una "cacería de brujas" por parte de "falsas feministas".
El expresidente de la (RFEF) aún no ha testificado y se espera que el juicio dure al menos diez días.
