Luis Rubiales junto a Olga Tubau, su abogada.
AFP
La abogada del expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) pidió este jueves
"una sentencia absolutoria" para Luis Rubiales, alegando que
el beso que le impuso a la jugadora Jenni Hermoso en las celebraciones del triunfo en el Mundial-2023
fue consentido.
"Por todo lo expuesto, señoría, creo que esto le debe llevar a dictar una sentencia absolutoria", dijo la abogada Olga Tubau, dirigiéndose al juez en sus conclusiones finales en el juicio que se le sigue a Rubiales en un tribunal cerca de Madrid.
Hay pruebas que "acreditan que Jennifer Hermoso dio su consentimiento", continuó la abogada, quien no obstante
admitió que el beso en la boca, visto a través de las pantallas del mundo entero,
sí fue incorrecto.
"Estamos ante una manifestación de alegría incontrolable.
¿Estamos ante una conducta inadecuada? Sí. ¿Delictiva? no", argumentó la abogada, que recordó que Rubiales pidió disculpas por haberse comportado como "un jugador más" y no como el presidente de la RFEF.
"Poco coherente"
La abogada cuestionó el testimonio de Hermoso por el comportamiento que tuvo después: que la jugadora hiciera "bromas" sobre el beso en los momentos inmediatamente posteriores
es "muy poco coherente con ese sufrimiento en el que caen inmediatamente" las víctimas de agresiones, estimó la letrada.
El proceso, que comenzó el 3 de febrero con la declaración de Hermoso, busca
determinar si Rubiales es culpable del delito de agresión sexual, por el beso en las celebraciones del Mundial en agosto de 2023 en Sidney,
y de coacciones, por las presiones para que la futbolista le quitara importancia al asunto, visto el escándalo internacional.
"Coaccionar no es pedir, no es insistir", dijo la abogada, que afirmó que para que haya coacción
tiene que haber intimidación, y a su juicio no la hubo en las solicitudes de Rubiales y su entorno a la jugadora para que se pronunciara sobre el beso.
Tubau también cargó contra la exposición de la fiscal, quien en sus conclusiones el miércoles rechazó "revictimizar" a las afectadas por agresiones sexuales objetando su comportamiento tras los hechos.
"El 'yo sí te creo'", lema acuñado en apoyo a las víctimas de agresiones que son cuestionadas,
"si hay un espacio al que no puede llevarse es a los tribunales", donde hay "presunción de inocencia" y solo deben pesar los "delitos demostrados", aseveró Tubau.
En el año 2025, "me produce cierto rechazo (...) tener que seguir preguntando a las víctimas de una agresión sexual por qué se reía, por qué lo celebró", había dicho la víspera la fiscal Marta Durántez, al preguntarse: "¿Hasta cuándo vamos a estar exigiendo a la víctima de una agresión sexual un comportamiento heroico?".
La fiscal, que
pide 2,5 años de cárcel para Rubiales, apoya a pies juntillas a Hermoso y cree que no hay "género de duda" de que fue "un beso no consentido".
Una postura compartida por
el abogado de Hermoso, Ángel Chavarría, quien en su intervención final este jueves
afirmó que su defendida "nunca dio el consentimiento".
Fueron "seis segundos que cambiaron totalmente la vida de Jennifer Hermoso", dijo sobre el beso.
El juicio podría terminar el viernes
En su testimonio, la número 10 de la selección femenina en el Mundial 2023
aseveró que no consintió el beso en la boca, "fuera de contexto totalmente", que le impuso Rubiales y se quejó de las "incontables" veces que le pidieron desde la RFEF que se pronunciara para justificar los hechos.
Una versión desmentida por Rubiales, quien en su declaración el martes
dijo estar "totalmente seguro" de que Hermoso consintió al responderle "vale" cuando le preguntó si le podía "dar un besito".
Además de Rubiales, están siendo procesados el exentrenador de la selección española femenina, Jorge Vilda, y dos exdirigentes de la RFEF, Rubén Rivera y Albert Luque, pero solamente por las coacciones a Hermoso.
La fiscalía pide para ellos 18 meses de cárcel.
El juicio podría culminar el viernes, con las conclusiones de los abogados de los otros tres procesados y las últimas palabras de los acusados, si estos piden intervenir.
La sentencia del juez puede tardar semanas.