Constance Marten (izquierda) tiene padres adinerados y su propio fondo fiduciario. Mark Gordon (derecha) cumplió más de 20 años en una prisión de Estados Unidos por violación.
AP
Una aristócrata británica que se dio a la fuga con su pareja y su hija recién nacida en 2023, fue
condenada el lunes por
matar a la niña.
Constance Marten, de 38 años, y Mark Gordon, de 51, fueron declarados culpables de homicidio por negligencia grave durante su segundo juicio en el Tribunal Penal Central de Londres.
Anteriormente, habían sido condenados por pervertir el curso de la justicia, ocultar el nacimiento de un infante y crueldad infantil durante un primer proceso en su contra.
Marten dio a luz en secreto a una niña llamada Victoria, después de que los otros cuatro hijos de la pareja fueran retirados por los tribunales que consideraron que había un riesgo de daño para ellos.
A pesar de tener padres adinerados con conexiones con la familia real y su propio fondo fiduciario, Marten rechazó su privilegio. Vivió a veces sin pagar arriendo y, mientras estaba fugitiva, buscaba comida en los contenedores de basura y acampaba en condiciones de congelación.
La policía lanzó una búsqueda masiva a nivel nacional que duró siete semanas, después de que se encontró una placenta el 5 de enero de 2023 en el coche quemado y abandonado de la pareja en el noroeste de Inglaterra.
Marten y Gordon gastaron cientos de libras en taxis para moverse por el país y evitaban usar tarjetas de crédito o cualquier cosa que pudiera identificarlos.
Después de su arresto en Brighton el 27 de febrero, la pareja se negó a decir dónde estaba la pequeña. Cuando le preguntaron por el bienestar de Victoria, Gordon, quien cumplió más de 20 años en una prisión de Estados Unidos por violación, respondió: "¿Cuál es el gran problema?".
Dos días después, la policía encontró el cuerpo descompuesto de la menor en una bolsa de compras bajo basura en un cobertizo de jardín. La pequeña murió de hipotermia o fue asfixiada, dijeron los fiscales.
La pareja dijo que fue un trágico accidente que ocurrió cuando Marten estaba durmiendo.
Ambos acusados testificaron durante el segundo juicio, pero acortaron su testimonio durante el contrainterrogatorio. Marten calificó la acusación de "despiadada" y "diabólica".