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Show de travesti en el I. Nacional: Académicas de educación y psicología validan preocupación por sexualización de menores

Si bien consideraron que la actividad realizada el lunes podría haber ayudado a visibilizar temáticas de inclusión y aceptación, a su juicio el problema estuvo en la forma y el contexto en que se presentó.

23 de Julio de 2025 | 13:30 | Por M. Francisca Prieto, Emol
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La cuestionada performance se realizó en el marco de una "Feria no sexista" convocada por la Secretaría de Género y Disidencias Sexuales del establecimiento.

El Mercurio (archivo) / Captura
Sorpresa, preocupación y molestia fueron algunas de las reacciones a la performance que el lunes realizó un travesti en el patio del Instituto Nacional, esto en el marco de una "Feria no sexista" convocada por la Secretaría de Género y Disidencias Sexuales del establecimiento, que tocaría temáticas relativas al género, la diversidad, los derechos humanos y la educación no sexista.

Según se puede apreciar en un video viralizado en redes sociales, varios alumnos con sus teléfonos celulares en mano, se congregaron alrededor del travesti que lucía sobre su pecho la parte superior de un bikini en forma de estrella, una minifalda que dejaba ver parte de su trasero y botas hasta la rodilla con tacos, todo en color rojo. Moviendo su largo pelo, el protagonista de la performance realizó una serie de movimientos sensuales al ritmo de la canción "Greedy", de la cantante Ariana Grande.

El registro llegó a manos del alcalde de Santiago, Mario Desbordes, quien criticó lo ocurrido e indicó que pidió un informe de la situación a la directora del colegio, Carolina Vega.

"No estoy de acuerdo con la actividad que se hizo ayer con una persona bailando con poca ropa, con niños menores, y creo que los papás que me han escrito tienen toda la razón en estar molestos", sostuvo el jefe comunal.

"Hay muchas otras formas de promover la educación no sexista, un mundo no sexista, muchas formas distintas. Lo que hicieron ayer, la verdad que yo no lo comparto", insistió Desbordes.

Algo con lo que coincide Daniela Muñoz, académica de la Facultad de Educación de la Universidad San Sebastián. "Creo que en el contexto de un día de concientización de la comunidad LGTB+ podría existir una presentación artística en alusión, sin embargo, resguardando que esta no caiga en la hipersexualización", sostuvo Muñoz.

En este sentido, la académica consideró como "totalmente innecesario" el baile del travesti como un "aporte" a la temática de la actividad convocada, pero aclaró que "el problema no fue la persona, sino que la sexualización del baile".

"Considerando la ocurrencia del hecho en una institución que ofrece una formación valórica y educativa, creo que es importante cuidarnos en qué estamos normalizando, más allá de considerar distintas formas de expresión", afirmó.

Asimismo, Daniela Muñoz planteó que lo ocurrido en el Instituto Nacional también perjudica a la comunidad LGTB+. Esto porque, a su juicio, "se puede llegar a la simplificación de que las personas, tanto lesbianas como homosexuales, transgénero, etcétera, son representadas a partir de este tipo de bailes, cuando en realidad solo representan a un grupo minoritario de la comunidad".

La importancia del contexto


Por su parte, María José Millán, académica de Psicología de la Universidad Andrés Bello sede Concepción, recalcó que si bien desde un enfoque pedagógico y psicológico, las actividades en el ámbito escolar deben estar orientadas a promover el respeto, la inclusión y el desarrollo integral de los estudiantes, siempre debe haber una supervisión adecuada y tener en cuenta la madurez de los jóvenes.

"Es fundamental que los educadores gestionen de manera apropiada el contenido y las actividades, asegurándose de que sean adecuadas para la edad y el nivel de comprensión de los estudiantes, promoviendo un ambiente de respeto y reflexión", explicó Millán.

"Es esencial que cualquier presentación o performance se realice con un enfoque educativo y no simplemente como una exhibición".

María José Millán, académica de Psicología de la Universidad Andrés Bello sede Concepción
Específicamente respecto a la performance realizada en el Instituto Nacional, la académica sostuvo que "podría ser considerada como una oportunidad para visibilizar temáticas de inclusión y aceptación. Sin embargo, la forma en que se lleva a cabo y el contexto en el que se presenta, son aspectos clave para su éxito pedagógico".

En este sentido, Millán insistió en que "es esencial que cualquier presentación o performance se realice con un enfoque educativo y no simplemente como una exhibición, y que se brinde un contexto claro para los estudiantes, de modo que puedan reflexionar de manera crítica sobre los temas tratados, sin caer en la trivialización".

La académica también consideró como "válida" la preocupación por la sexualización de los menores que generó la performance. "La sexualización se refiere a la imposición de estereotipos sexuales o expectativas sobre el comportamiento, la apariencia o la identidad de los jóvenes. En este contexto, es importante que las actividades que aborden temas de género y diversidad se enfoquen en promover el respeto y la comprensión, en lugar de inducir a los estudiantes a adoptar comportamientos o actitudes inapropiadas para su edad", señaló.

A juicio de Millán, el principal perjuicio que puede acarrear una mala gestión de este tipo de actividades, es la confusión o exposición prematura a conceptos que no se encuentran dentro del nivel de madurez de los estudiantes para comprenderlos adecuadamente. E insistió: "Si no se proporciona el contexto adecuado y no se acompaña la actividad de un trabajo pedagógico previo y posterior que fomente la reflexión, los menores podrían interpretar el contenido de manera distorsionada, lo que podría generar inseguridad o incomodidad. Además, si la actividad no es percibida como un aporte educativo, podría dar lugar a malentendidos o reforzar estereotipos negativos, en lugar de promover la aceptación y el respeto".

Por último, la académica de psicología destacó que dado que la actividad estaba dirigida a menores de edad, el establecimiento debió informar a los padres y apoderados de esta. "La escuela es un espacio formativo, y cualquier expresión artística debe ser coherente con ese propósito", concluyó.