La iniciativa pone énfasis en la necesidad de acompañar el ingreso de los menores al mundo digital.
LUN (imagen referencial)
"No aprendió esto de ti, lo aprendió de internet". Ese es el mensaje central de una
campaña que busca visibilizar los efectos del uso excesivo y precoz de pantallas en la infancia, e impulsar una reflexión profunda sobre el rol que deben asumir los adultos en este fenómeno.
La iniciativa impulsada por la Fundación Viento Sur, pone énfasis en la
necesidad de acompañar de forma activa, afectiva y consciente el ingreso de los menores al mundo digital, poniendo el foco en el acceso a celulares, tablets con internet y videojuegos a edades cada vez más tempranas.
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Esta campaña no busca demonizar la tecnología, sino invitar a las familias a reconectar con lo esencial: el juego, la presencia, el vínculo. Porque
ningún dispositivo puede reemplazar la mirada, la atención ni el cariño de un adulto", señala Lucy Ana Avilés, presidenta del directorio de Fundación Viento Sur.
En el marco de la iniciativa, esta semana se realizó una
intervención urbana en la comuna de Santiago, donde se invitó a madres, padres y cuidados a repensar la relación de la infancia con la tecnología. Para ello se simuló una venta ambulante de celulares, con teléfonos de juguete. Al acercarse, las personas eran invitadas a responder una breve entrevista que comenzaba con la pregunta:
¿A qué edad tu hijo te pidió su primer celular?
¿El resultado? La mayoría de los padres consultados había entregado su primer celular a su hijo o hija
alrededor de los 12 años. Por otro lado, algunos padres declararon que
dejaban que sus hijos pequeños, de 5 o 6 años, usaran su celular solo bajo supervisión.
Asimismo, gran parte de los participantes dijo preocuparse permanentemente sobre el contenido que sus hijos ven a través de los celulares, en tanto que varios dijeron que los menores utilizan el celular para sus tareas o trabajos escolares.
Además, casi todos los padres consultados reconocieron saber las implicancias que tiene que los niños y adolescentes pasen muchas horas frente a la pantalla del teléfono.
Finalmente, la totalidad de los entrevistados reconoció que es muy difícil o casi imposible evitar que los niños utilicen teléfonos celulares, ya que es un dispositivo muy extendido en su entorno.
