Vista de la entrada al hotel ubicado en el Monasterio de Valbuena, donde en la noche del viernes se celebrará una fiesta previa al matrimonio.
EFE
El
hotel de cinco estrellas Abadía Retuerta LeDomaine de la pequeña localidad española de Sardón de Duero (centro), ya tiene todo listo para
acoger mañana el matrimonio de la hija de Antonio Banderas y Melanie Griffith, Stella del Carmen, y su prometido, Alex Gruszynski, ambos de 28 años.
Situado en pleno corazón de la Ribera del Duero, una de las principales zonas vinícolas de España, este hotel de lujo
cuenta con todas las facilidades y privacidad que requiere un enlace de este tipo, entre ellas
una abadía románica del siglo XII donde se celebrará la ceremonia o
un helipuerto, que puede servir de acceso a algunos de los
cerca de 250 invitados que disfrutarán del evento.
Según fuentes cercanas a la organización , además de los padres de la novia, está previsto que acudan al matrimonio la actriz
Dakota Johnson (hermanastra de la novia); el padre de esta, el actor
Don Johnson, y
Tippi Hedren, abuela de Stella del Carmen y protagonista de "Los pájaros"', musa del director Alfred Hitchcock.
El que ya se encuentra ultimando todos los detalles de la boda es Antonio Banderas, quien este miércoles pasado aterrizó en un jet privado en el aeropuerto de Villanubla, el más cercano a la localidad donde se celebra el enlace.
Según las fuentes consultadas por EFE,
los invitados disfrutarán esta noche de una fiesta previa al matrimonio en un hotel de cinco estrellas ubicado en el Monasterio de Valbuena, del siglo XII, muy cerca de Abadía Retuerta donde el sábado será la ceremonia.
El matrimonio comenzará a las 12:00 horas locales del sábado y algunos detalles, como el menú que disfrutarán los comensales, se mantienen por el momento en secreto.
De hecho, los hoteles tanto del matrimonio como de la fiesta previa han tenido que suscribir un
acuerdo de confidencialidad y los trabajadores, más de 150 solo para el evento, tendrán
restringido el uso del celular.
El alcalde de Sardón de Duero
-que apenas tiene 600 habitantes
-, José Antonio Matesanz, declaró hace unos días a EFE la alegría que le producía la promoción que suponía para la localidad un evento de estas características.
"
Es un lugar bonito para poder hacer lo que quieran: la finca es una maravilla, tiene bastantes hectáreas y es muy bonita, con el convento y la bodega, e imagino que los invitados se lo pasarán bien", dijo.
Por otra parte, la Guardia Civil recomendó a los organizadores reforzar la seguridad privada del evento, ya que lo que ocurra de puertas adentro es responsabilidad de la propiedad.