Chile enfrenta una de las tasas de natalidad más bajas del mundo, con apenas un hijo por mujer, muy por debajo del nivel de reemplazo generacional. Este escenario fue el tema de partida abordado en el conversatorio "Un país sin hijos: Natalidad, bienestar y rol de las organizaciones" convocado por La Araucana y Alta Dirección de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile.
La cita reunió a Rodrigo Gutiérrez, gerente general de CIEDESS; María José Abud, investigadora del Centro de Estudios Horizontal y exsubsecretaria de la Mujer y Equidad de Género; y Valentina Paredes, académica y directora del Magíster y Doctorado en Economía de la Universidad de Chile, quienes analizaron las causas y consecuencias de este fenómeno que amenaza con impactar la productividad, el sistema de pensiones y la sostenibilidad demográfica del país.
"Vamos a un planeta, incluso a un país, que no va a tener niños, donde va a ser raro ir al supermercado y ver un niño, va a ser más habitual ver una mascota, cosa que está pasando hoy día"
Francisco Sepúlveda - gerente general de La Araucana
Álvaro Clarke, director ejecutivo de Alta Dirección FEN, al abrir el conversatorio destacó que "la discusión sobre natalidad es, en realidad, una conversación sobre el futuro del país. Basta mirar el caso de China para entender cómo una baja sostenida en la natalidad puede tener consecuencias profundas en la estructura productiva y social".
El gerente general de La Araucana, Francisco Sepúlveda, al dar la bienvenida al encuentro enfatizó en la urgencia de abordar el cambio demográfico que enfrenta Chile, donde las tasas de natalidad han caído a niveles históricamente bajos. Recordó que el país registra apenas 1,03 hijos por mujer, una cifra que, sin considerar la migración, probablemente se sitúa por debajo de uno.
"Vamos a un planeta, incluso a un país, que no va a tener niños, donde va a ser raro ir al supermercado y ver un niño, va a ser más habitual ver una mascota, cosa que está pasando hoy día", advirtió el ejecutivo, graficando el cambio cultural que se experimenta.
Sepúlveda añadió que este fenómeno representa un desafío no solo para las políticas públicas, sino también para las organizaciones y empresas, que deben adaptarse a un nuevo contexto social y laboral.
La voz de los expertos
En el conversatorio Rodrigo Gutiérrez, gerente general de CIEDESS, planteó que la caída sostenida de la natalidad, que pasó de 5,5 hijos por mujer en 1960 a 1,03 en la actualidad, responde tanto a factores estructurales como culturales, donde destacan los altos costos de la vivienda, la educación y la salud, junto con la precariedad laboral y la falta de redes de apoyo.
- Francisco Sepúlveda, gerente general Caja La Araucana; Lorena Norambuena, gerenta de Comunicaciones y Asuntos Públicos de Caja La Araucana; Macarena Letelier, Vicepresidenta de Caja La Araucana; Gabriela Acharán, subdirectora Alta Dirección FEN Universidad de Chile y Álvaro Clarke, director ejecutivo Alta Dirección FEN Universidad de Chile.
Este escenario, agregó, se ve potenciado con la postergación de los hijos por parte de las mujeres y la reducción del embarazo adolescente, factores que han acelerado el descenso.
Por su parte, Valentina Paredes, académica y directora del Magíster y Doctorado en Economía de la Universidad de Chile, indicó que, a nivel internacional, el fenómeno se repite en casi todos los países, aunque con ciertos matices.
Explicó que en las últimas décadas se ha dado un fenómeno llamado "penalización por maternidad" (child penalty), es decir una caída abrupta de los ingresos de las mujeres tras el nacimiento del primer hijo, factor que finalmente se transforma en decisivo al momento de decir sobre formar familia.
"Lo que se observa es que la trayectoria entre mujeres y hombres, en prácticamente todos los países del mundo, siguen rumbos similares antes de la llegada de los hijos, pero con la llegada del primer hijo, los ingresos de las mujeres caen fuerte y abruptamente", explicó.
"La trayectoria entre mujeres y hombres, en prácticamente todos los países del mundo, siguen rumbos similares antes de la llegada de los hijos, pero con la llegada del primer hijo, los ingresos de las mujeres caen fuerte y abruptamente"
Valentina Paredes - académica y directora del Magíster y Doctorado en Economía de la Universidad de Chile
A esto, agregó Valentina Paredes, se suma otro factor que explica la baja natalidad y que apuntan a cómo se reparte el cuidado del hijo entre las parejas del mundo, anotando "una brecha en trabajo doméstico no remunerado de 3 horas entre hombres y mujeres". En países, como Suecia, donde esa brecha se reduce a sólo 0,8 horas la tasa de natalidad es mucho mayor, agregó la experta.
Por su parte, María José Abud, investigadora del Centro de Estudios Horizontal y ex subsecretaria de La Mujer, subrayó el cambio en la autonomía femenina y las nuevas prioridades vitales. "Hace pocas décadas las mujeres no podían decidir cuántos hijos tener. Hoy sí pueden, y muchas priorizan su desarrollo profesional o personal", afirmó.
Añadió que no existe una "bala de plata" para revertir la tendencia, sino que se requiere un enfoque integral que combine políticas públicas, incentivos a la conciliación laboral y corresponsabilidad familiar.
Los tres panelistas coincidieron además en que las políticas tradicionales, como bonos por hijo, no logran revertir la baja natalidad, y que el desafío pasa por crear condiciones materiales y sociales que faciliten formar familias.
En ese sentido, valoraron el rol que pueden asumir las empresas y las alianzas público-privadas en el desarrollo de sistemas de cuidado, acceso a vivienda y apoyo a la parentalidad.
