Andrés y el rey Carlos III a la salida del funeral de la duquesa de Kent, el 16 de septiembre pasado.
AFP
El rey Carlos III inició este jueves un proceso formal para retirar todos los títulos, honores y distinciones a su hermano, el príncipe Andrés, según indicó el Palacio de Buckingham en un comunicado, a raíz de la controversia por el pasado vínculo con el pederasta estadounidense Jeffrey Epstein.
"Su Majestad (el rey Carlos III) ha iniciado hoy un proceso formal para retirar el título, los honores y las distinciones del príncipe Andrés", señala la nota emitida por la casa real británica, que precisa que
su distinción oficial pasará a ser "Andrés Mountbatten Windsor".
Andrés también deberá abandonar el actual contrato de arriendo en
la mansión de Royal Lodge, en los terrenos de Windsor (al suroeste de Londres), que hasta ahora le ha brindado "protección legal" para continuar residiendo allí.
"Se le ha notificado formalmente que debe renunciar al contrato de arriendo y
se trasladará a otro alojamiento privado", señaló la casa real británica.
Del mismo modo, precisó que
estas sanciones se consideran "necesarias a pesar que Andrés sigue negando las acusaciones en su contra" por los escándalos sexuales derivados de su relación con Epstein.
El comunicado de Buckingham finaliza indicando que los monarcas del Reino Unido, Carlos III y Camila, buscan así "dejar claro que sus pensamientos y su más sincera solidaridad han estado y seguirán estando con las víctimas y los supervivientes de cualquier forma de abuso".
El anuncio de este jueves supone el
paso definitivo del monarca para desvincular por completo la figura de Andrés de la corona británica, apenas unas semanas más tarde de que este último publicase un comunicado en el que decidía renunciar voluntariamente al uso de sus títulos y honores reales para que sus acusaciones no fueran una distracción al trabajo de la familia real.
En los últimos días la presión sobre Carlos III había aumentado todavía más después de que varios diputados se mostrasen dispuestos a abrir un debate en el Parlamento sobre la conducta del príncipe Andrés, y la posibilidad de retirarle sus títulos, y de que una de sus supuestas víctimas sexuales, Virginia Giuffre, lo acusara en sus memorias póstumas.