La clínica también almacenaba otros materiales biológicos, como óvulos y espermatozoides.
El Mercurio (imagen referencial)
Más de 400 embriones y materiales biológicos, como óvulos o espermatozoides, están en
paradero desconocido tras el
cierre de una clínica privada de fertilidad en Bosnia-Herzegovina, según denunciaron esta semana varios medios locales.
La Fiscalía de Sarajevo, la capital del país, confirmó que está analizando el asunto y las autoridades nacionales
anunciaron una investigación.
"Solo aquellos que pasan por todo esto pueden comprender el pánico que sentimos", declaró Danja Bajtarevic-Bašic, una de las pacientes afectadas, a la emisora regional N1.
Según el diario Dnevni avaz, la clínica Northwestern Medical Center cerró a mediados de octubre sin previo aviso.
Aunque la página web sigue operativa, nadie responde a las llamadas de teléfono ni a los correos electrónicos de los pacientes.
En su página web, la clínica explica que es "un centro médico estadounidense propiedad de un grupo de médicos e inversores de EE.UU", con departamentos de distintas especialidades, desde ginecología a cardiología y psiquiatría.
Entre los más afectados se encuentran las parejas que tenían embriones criogenizados y que ahora temen por su viabilidad.
La clínica tenía un contrato con la sanidad pública de Bosnia-Herzegovina, pero el Ministerio de Sanidad se limitó a informar que la situación es compleja y que están a la espera del resultado de la investigación.
Según informan los medios citando datos de los registros oficiales, el Centro Médico Northwestern opera como parte del grupo Northwest Med, cuyo fundador y propietario es Mohammad Jalal Khamis, un estadounidense graduado en la Facultad de Medicina de Belgrado y médico internista en Chicago.