SAO PAULO.- El técnico Wanderley Luxemburgo estimó que contra Chile la selección brasileña encontrará más dificultades que las que enfrentó anoche ante Argentina, a la que ganaron por 3-1 y de paso quitaron lo invicto en la eliminatoria mundialista sudamericana.
"Chile está con siete puntos y luchando por clasificar por lo que hará todo lo posible por vencer, para mejorar su posición y es también un equipo que viene mejorando a cada partido", indicó.
Consultado sobre quienes sustituirán a Vampeta y Ronaldinho, el 17 de agosto en Santiago, el técnico señalo que "Brasil tiene un plantel de 37 jugadores, por lo que cualquiera que entre tendrá que rendir de la misma forma que quienes jugaron contra Argentina".
Sobre el partido y el comportamiento de la afición que lo llamó "burro" cuando sustituyó a Alex, aún cuando Brasil vencía por 3-1, Luxemburgo evitó la polémica y prefirió centrarse en el verdadero apoyo hacia la "verdeamarela".
"Mi relación con la hinchada es siempre así, ellos quieren que marquemos más goles y no entienden que en algunos momentos hay que cuidar el resultado. Pero eso no apaga el incentivo que nos dieron durante todo el partido", dijo.
"En relación al encuentro, enfrentamos a una gran selección y creo que hicimos un buen trabajo. La aplicación táctica del conjunto y de cada jugador fue, sin duda alguna, lo más destacable de esta noche", expresó.
Luxemburgo reconoce que el equipo realizó una de sus mejores actuaciones en los últimos años, pero que eso no le autoriza para decir que Brasil está clasificado, así como no estaría fuera si hubiese perdido.
"Creo que hoy jugamos bien, pero eso no quiere decir que mañana no podamos jugar mal y perdamos. Todo depende del momento. La selección brasileña podría haber sido derrotada por Argentina y reaccionaría de la misma forma", explicó.
"Brasil si hubiese perdido no estaría fuera de la Copa del Mundo, como no está clasificada por haber vencido. Vendrían más críticas, pero yo no quería solamente la victoria, quería que mis jugadores demostrasen para todos los hinchas brasileños que entran al campo para honrar la camiseta", agregó.
"Lo más rescatable fue el cambio de actitud de los jugadores. Eso nos da una tranquilidad mayor para enfrentar lo que tenemos por delante, que no será fácil, porque se trata de una competencia donde todos persiguen el mismo objetivo, que es llevar a su país a un mundial", concluyó.
