MILAN.- La reiteración comunicada este martes por Inter a Bologna de que Iván Zamorano es intransferible confirma que el delantero chileno se ha transformado en una verdadera bandera del club milanés, cuyo presidente Massimo Moratti no quiere que vista en Italia otros colores que los actuales.
Con insistencia, el presidente de Bologna, Giuseppe Gazzoni, hizo ofertas a Inter por obtener los servicios de Zamorano, cuyo contrato termina el año próximo, pero invariablemente recibió una respuesta negativa, que siempre contó con la aprobación del jugador, dispuesto incluso a ser suplente en el ataque interista con tal de no abandonar al club milanés.
"Para Inter, Zamorano es un símbolo de honestidad y de amor a la camiseta, por lo que queremos que termine su carrera italiana jugando para nosotros, como lo ha hecho con tanto cariño en las últimas cuatro temporadas", declaró este martes el presidente Moratti.
Zamorano, quien cumplirá 34 años en enero próximo, tiene proyectado antes de retirarse jugar todavía un año en Colo Colo, el club chileno de sus amores, para después dedicarse a la actividad de representante de jugadores.
