ROMA.- El bajo nivel que actualmente tiene el fútbol de Chile, carente de nuevas figuras que atraigan a nivel internacional, se refleja en el escaso interés que muestran los clubes italianos por incorporar a sus filas jugadores de esa nacionalidad.
Como lo eran hace dos temporadas atrás, las únicas figuras de relevancia en el fútbol italiano siguen siendo Iván Zamorano, confirmado por el Inter por otra temporada y capitán del equipo en los amistosos de pretemporada, y Marcelo Salas, cuya negativa a ser transferido de Lazio al Parma fue el episodio que más revuelo y polémicas causó en Italia en los últimos meses.
Además de ambos, ya consagrados por sus trayectorias, el próximo campeonato italiano mostrará a sólo dos nuevos jugadores chilenos, que pasan así a incorporarse a la poco numerosa colonia de futbolistas de esa nacionalidad: los delanteros Jaime González, cuyo pase el Bari compró al Colo Colo en la cifra muy modesta de 1,5 millones de dólares, y Julio Gutiérrez, que al Udinese le costó el mismo dinero pagado a Unión Española.
Este desinterés se desprende del hecho que el Nápoli, pese a haberlo negociado durante varias semanas, finalmente no quiso pagar los tres millones de dólares que por el pase del marcador de punta Alejandro Escalona le pedía el Torino, quien finalmente lo vendió por esa cifra al Benfica portugués.
Por sentirse poco considerado, ya que no parece figurar en los planes inmediatos de la Reggina, el defensor central Jorge Vargas pidió a los dirigentes italianos que lo vendan a algún club chileno que estaría interesado en sus servicios, Colo Colo y Universidad de Chile en primer lugar, con lo que la colonia chilena en Italia sufriría una nueva baja.
Junto con Zamorano y Salas, el primero confirmado en el Inter y el segundo por el momento sin otro club que Lazio en su horizonte, el único que sigue en el fútbol italiano es el delantero Pascual De Gregorio, adquirido en 1999 por el Bari al Colo Colo.
En cambio, hasta ahora no han culminado exitosamente las negociaciones efectuadas por el Inter para comprar el pase del volante Claudio Maldonado, integrante de la selección que dirige el técnico Nelson Acosta, y que milita en el Sao Paulo.
