NUEVA YORK.- Los apellidos son tan míticos que juntos siempre se van a relacionar con un ring y con puñetes. Pero esta vez no serán los inmortales Muhammad Ali y Joe Frazier quienes dejarán la vida a golpes en un cuadrilátero sino Laila y Jacqueline, las respectivas hijas de los más famosos campeones del mundo de peso pesado, quienes decidieron seguir con la tradición de sus padres.
Las herederas de la sangre pugilística alcanzaron un acuerdo para combatir el próximo 10 de marzo, dos días después del 30° aniversario de la victoria de Frazier sobre Ali en el Madison Square Garden de Nueva York, por decisión en el decimoquinto asalto.
Las pretensiones para cada una de ellas es de 2.5 millones de dólares, la misma cantidad que recibieron sus padres en 1971.
Las dos púgiles permanecen invictas. Ali, de 22 años, tiene una foja de 7-0 en diez meses de carrera, al tiempo que Frazier lleva cuatro victorias consecutivas.