SAO PAULO.- El técnico de las selecciones principal y olímpica de Brasil, Wanderley Luxemburgo, insistió este martes en que la ola de denuncias en su contra es parte de una "campaña" destinada a sacarlo del comando del plantel que disputa las eliminatorias sudamericanas al Mundial de Fútbol de 2002.
"Me están masacrando", se quejó el entrenador, en una entrevista exclusiva que publica el diario "Folha de Sao Paulo", pocos días después que la Oficina de Rentas de Brasil le impuso una multa equivalente a 715.000 dólares por evasión impositiva.
"Es una cosa antigua, y la agarraron justo en este momento... precisamente para masacrarme. Mi único delito es el de evasión impositiva. No soy culpable de nada más", aseguró Luxemburgo, al negar que hubiese recibido comisiones en las negociaciones de jugadores en los clubes donde trabajó.
El técnico no comentó, sin embargo, la nueva denuncia según la cual habría utilizado documentos falsos cuando actuó como jugador, para disminuir en tres años y edad verdadera y así conquistar el derecho a integrar el equipo juvenil del Flamengo, hace más de dos décadas.
"Esa es una noticia vieja, es una cosa vieja... Es una campaña armada en mi contra. Quieren derrocarme y no sé por qué", insistió Luxemburgo, quien asumió el lunes en Australia el comando de los entrenamientos del plantel olímpico brasileño, que buscará conquistar una inédita medalla de oro en los Juegos de Sydney.
El técnico se manifestó convencido de que sus detractores callarán cuando empiece a cosechar éxitos en las canchas: "Si ganamos el oro (olímpico), todo cesará", enfatizó.
