MADRID.- Maurice Greene se presentará en Sydney como el hombre más rápido de la tierra en busca de sus primeros entorchados olímpicos.
Greene, nacido en Kansas City el 23 de julio de 1974, es un caso extraño dentro del atletismo estadounidense. Nunca corrió en el colegio. De joven trabajó venciendo hamburguesas pero finalmente optó por dedicarse al atletismo a las órdenes de su primer entrenador y mentor, Al Hobson.
Después de cinco años pasó a engrosar en 1996 el grupo de trabajo del mítico John Smith, con el que sigue trabajando.
Los efectos no tardaron en hacerse notar y su primer salto al estrellato se produjo en el estadio Olímpico de Atenas, durante los Mundiales de 1997. Allí recuperó el honor de Estados Unidos al ganar el oro el 3 de agosto con un registro de 9.86.
Este joven de rostro desdibujado posee el registro de los 100 metros desde el 16 de junio de 1999, con un tiempo de 9.79 conseguido también en el estadio Olímpico de Atenas, donde igualó el crono obtenido en la final olímpica de Seúl por el canadiense Ben Johnson, que luego fue anulado por dopaje.
En Sydney quería repetir la triple corona de Sevilla superando en los 200 metros al mismísimo Johnson, pero la lesión de ambos en la semifinal de las pruebas de selección disputadas en Sacramento les ha apartado por el momento de dicha carrera olímpica.
