RIO DE JANEIRO.- El delantero Romario de Souza, que para muchos brasileños fue lo que le faltó a la selección olímpica de su país para evitar la humillación sufrida en Sydney, lamentó hoy la derrota del equipo nacional y absolvió de culpas al entrenador Wanderley Luxemburgo.
''Lamento mucho el resultado del partido (1-2 frente a Camerún), pero Brasil hoy mereció perder. También lamento no haber estado allá, porque creo que podría haber ayudado a traer el oro'', dijo frente a una nube de periodistas en el aeropuerto de Río de Janeiro.
La inesperada derrota ante Camerún en los cuartos de final del torneo olímpico ha desatado una aguda crisis en el fútbol brasileño, cuyos resultados aún no pueden ser evaluados, pero que para muchos comentaristas desembocará en la destitución de Luxemburgo, quien, entre otros, cometió el pecado de no convocar a Romario.
El jugador, que viajaba con el Vasco da Gama hacia Caxias do Sul, donde el equipo carioca jugará mañana frente al Juventude, también fue magnánimo con Luxemburgo, pese que el técnico ignoró todos sus ruegos para ser convocado a la selección olímpica.
Habló poco sobre el técnico, con tanta claridad como diplomacia: ''Wanderley es muy buen técnico y no tiene la culpa'' de la derrota sufrida hoy por el equipo sub'23, que nuevamente dio al traste con las ambiciones de Brasil de contar con una medalla de oro olímpica en sus vitrinas.
Romario, cuya convocatoria era pedida por casi todos los técnicos y fanáticos brasileños, también negó que a sus 34 años no hubiese estado en forma física para afrontar el torneo de fútbol de los Juegos Olímpicos, como sugirieron algunos allegados a Luxemburgo.
''Escuché que alguien dijo eso, pero ninguno de los que lo decían era médico, técnico o preparador físico y me parece que hablaron para salir en los diarios. Mi forma física la demuestro cada semana en el Vasco da Gama'', apuntó el goleador del equipo carioca.
