RIO DE JANEIRO.- Los insultos, gritos o abucheos a los jugadores del Flamengo brasileño pueden costarle a los manifestantes su expulsión de las tribunas a empujones de policías.
La "Ley del silencio" anunciada este martes por el vicepresidente del Flamengo, Walter Oaquim, regirá sólo para los entrenamientos del equipo en el barrio carioca de Gávea, y busca preservar de burlas y ofensas a figuras en mal momento futbolístico.
"Durante un partido el seguidor puede expresar toda su bronca con la mala actuación del equipo. Aquí,(en la sede de entrenamientos) ¡no!", subrayó el directivo.