SANTIAGO.- El nombre de José Santos en Estados Unidos es sinónimo de rendimiento, de regularidad, de profesionalismo. Afincado en el país del Norte desde 1983, se ubicó al tope del ránking de jinetes (por premios obtenidos) entre 1986 y 1989.
Su voz, a través del teléfono, suena igual de amistosa que hace años. Se nota que es chileno, especialmente cuando hace callar a los niños que revolotean a su lado para poder escuchar a su interlocutor que lo llama desde el país que lo vio nacer como persona y como jinete.
Se entusiasma de inmediato. Mal que mal, han pasado doce años desde que dirigió las riendas de un caballo por última vez en el césped del Club Hípico de Santiago. Fue Vienés, en el Gran Premio Latinoamericano '88 que ganó Dorticós con Sergio Vásquez en sus estribos. "Estoy un poco impaciente", es la primera frase que se le escucha. Y sigue: "Voy a ver caras nuevas en El Ensayo, pero espero lo mejor de este corto viaje".
Santos arribará el domingo en la mañana y es casi seguro que se reunirá con Bagú para ver algunos videos de las carreras del caballo que tendrá que conducir en la primera etapa de la Triple Corona Nacional, Lido Palace, y de sus rivales.
"Es la única forma de familiarizarme con el caballo y con el grupo de competidores. Ojalá tengamos suerte y cumplamos una buena actuación, aunque sabemos que será difícil tanto por el buen nivel de los otros caballos como el de mis colegas. A los Castillo (Richard, Michelle y Freddy) los conozco mucho", agrega.
Santos permanecerá en Chile hasta el martes y a fines de año es muy posible que se traslade al hipódromo de Sha Tin para animar la Hong Kong International Cup (17 de diciembre). "Ojalá lo haga como ganador de El Ensayo. En estos momentos el mejor triunfo que he conseguido es con Lemon Drop Kid en el Belmont Stakes '99, pero un Ensayo nadie lo olvida", agrega.
