SANTIAGO.- Primero fueron López y Zanetti. Después, Gallardo y Batistuta. La semana pasada, Crespo. Aunque no lo asuma ni tampoco lo enarbole como bandera de triunfo, al técnico de la Selección Chilena, Nelson Acosta, parece facilitársele la tarea para buscar el primer triunfo sobre Argentina en partidos por eliminatorias mundialistas.
Es verdad que los argentinos levantan una piedra y encuentran un futbolista de primera línea, de esos que abren el apetito en Europa, pero la ausencia de esos cinco titulares (más el suspendido Simeone) por lo menos hace abrigar más de una esperanza en alcanzar un resultado, al menos, positivo. No hablar de victoria, porque eso sería una falta de respeto para Julio Cruz o Martín Palermo, pero sí de una actuación que pueda animar el fútbol chileno y a la hinchada que tanto le ha tocado sufrir en casa en este proceso eliminatorio.
Acosta probó en Puerto Velero un 4-4-2. Le gustó, incluso hasta tenía los once nombres casi definidos, pero en las últimas dos prácticas volvió al 3-5-2. "Poblamos más el mediocampo y eso probablemente nos ayude a tener más la pelota", se animó a comentar el volante Claudio Maldonado.
Y no deja de tener razón, aunque también los dos stoppers (Pablo Contreras y Ricardo Rojas) se verán en mayores problemas al tratar de contener en los "mano a mano" a Cruz y Ariel Ortega.
La temida y recurrida historia dice que Chile nunca le ha ganado a Argentina en un encuentro por clasificatorias mundialistas. A lo más le ha empatado (una vez, rumbo a Francia '98 en Buenos Aires); el resto, sólo derrotas. Y algunas expresivas (4-0 en el '57 y 4-1 en marzo de este año).
Por eso, ni siquiera los cinco triunfos que anota el seleccionado nacional sobre el trasandino en calidad de local hacen abrigar más sueños. Y conste que en la cancha, como siempre, habrá once contra once.
CHILE: Tapia; Contreras, Reyes, R. Rojas; Galdames, Maldonado, Estay, F. Rojas; Pizarro; Zamorano y Salas. DT: Nelson Acosta.
ARGENTINA: Bonano; Vivas, Ayala, Samuel; Husaín, Almeyda, Verón, Sorín; Ortega; Cruz y Kily González. DT: Marcelo Bielsa.
Arbitro: Carlos Amarilla, de Paraguay.