BARCELONA.- Lleyton Hewitt se está convirtiendo por méritos propios en el John McEnroe de la final de la Copa Davis entre España y Australia. Hewitt se ha mostrado desde su llegada a Barcelona esquivo con sus compañeros y la prensa, aunque su principal víctima se llama Alex Corretja. El joven "aussie" se muere de ganas de chocarse en una pista de tierra batida con Corretja, quien le derrotó la pasada semana en el Masters de Lisboa. En el Masters, el hispano se presentó en la rueda de prensa con un: "Vamos, coño", y apuntilló diciendo que "ni que hubiera tenido que estar toda la noche para ganar este partido. La soberbia de este chaval es increíble y todo el circuito le conoce", confesaba el español.
Tanta crispación ha puesto en alerta al G4 -así se denomina a los cuatro técnicos españoles que dirigen el equipo- que quiere sorprender a los australianos con un movimiento de ajedrez que no esperan. Mientras John Newcombe prepara la jornada inaugural del viernes con un doble emparejamiento Corretja (1)-Rafter (2) y Costa (2)-Hewitt (1), en la última reunión del cuerpo técnico español se informó a Corretja que sería reservado para el dobles del sábado con Joan Balcells y especialmente para la jornada dominical, donde se las tendría que ver con el uno australiano en un partido que podría dar la "Ensaladera" a España. De esta forma, el primer día de competición sería Ferrero quien acompañaría a Costa.
Y es que Duarte, Perlas, Avendaño y Vilaró quieren aprovechar el "odio" deportivo de Hewitt para con Corretja -aunque también podría evitarle y verse las caras con Rafter- en un enfrentamiento que iniciaría el español con la ventaja psicológica del triunfo en el Masters y las 15.000 personas del Sant Jordi abroncando al rival. En este sentido, Hewitt tiene claro que "estoy preparado para lo peor que me puedan hacer o decir los muchos fanáticos que se acercarán a ver los partidos. No soy un novato en esto y me valdrá la experiencia del año pasado con la final ante Francia".
Por su parte, el G4 cree que la opción de Ferrero y Costa el viernes tiene las máximas opciones de conseguir los dos puntos. El de Onteniente será una "bomba" que Rafter no esperaba durante las últimas cuatro semanas que ha entrenado como contrarrestar los liftados de Corretja. La mejor faceta de Rafter -el servicio- quedaría neutralizada por la solvencia del "niño" en el resto. El choque Costa-Hewitt sería una repetición de los octavos de final en la tierra de París y el leridano, según ha confirmado Hewitt, es el hombre que más incómoda al "aussie".
