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España sorprende en el dobles de la Copa Davis

El dúo hispano formado por Alex Corretja y Joan Balcells, superó a la pareja australiana (Mark Woodforde y Sandon Stolle) por un triple 6-4, dejando a su equipo 2-1 arriba en la final de la Copa Davis.

09 de Diciembre de 2000 | 16:19 | EFE
BARCELONA.- El doble español ganó la guerra, una auténtica batalla en la pista, donde se disputaron todos los puntos con uñas y dientes, y también en las gradas, donde ambas aficiones se desgañitaron hasta morir, pero España domina por 2-1 al término de la segunda jornada de la final de la Copa Davis.

Alex Corretja y Joan Balcells rompieron todos los pronósticos desfavorables para ellos, jugaron el mejor partido de los cuatro que ha disputado, se olvidaron de los complejos al enfrentarse con dos de los mejores especialistas, Mark Woodforde y Sandon Stolle, y con un inapelable 6-4, 6-4 y 6-4 permitieron que el sueño de alcanzar por primera vez el trofeo, algo distante después de lo sucedido el viernes, sea algo más factible.

Balcells y Corretja se enfrentaron con humildad contra un jugador que lleva 13 títulos del Grand Slam colgados del cuello, pero tuvieron un aliado psicológico que fue letal: el público, que esta vez respondió tal y como el capitán Javier Duarte había pedido con antelación.

Fue una auténtica guerra en la que no faltó de nada, charangas, para animar con sus cánticos y sones de trompeta y tambores, banderas, canguros de plástico que aparecieron a centenares (como si hubieran procreado por la noche) y júbilo. Todo para crear una atmósfera difícil de imaginar tras el ambiente gélido del primer día.

La pasión se contagió en los capitanes, pues Duarte, criticado el viernes por algunos australianos por su actitud animadora, continuó en su papel, y John Newcombe comenzó el suyo, primero con golpes en el pecho y luego moviendo los brazos en dirección de ''los fanáticos'', en un intento desesperado para que intentasen cambiar el rumbo del partido.

Ambos tuvieron que ser apercibidos por el supervisor de la contienda, el sueco Stefan Fransson, porque el juez de silla, el francés Bruno Rebeuh, no podía controlar la situación. A ambos regidores les pasó desapercibido que el mayor provocador estaba sentado en el palco para los familiares australianos. Se trataba de la hermana pequeña de Lleyton Hewitt, Jocelyn, que en vez de apoyar a los suyos se pasó todo el encuentro abucheando a Correjta y dirigiendo el espectáculo. ''Trágatela'', decía cuando Alex fallaba un punto, o ''buen golpe'', con ironía, cuando el español enviaba la bola a la red. Incluso el cuerpo técnico español se dio cuenta de esta actitud y llegó a encararse con ellos.

España contó además con un aliado en campo contrario. Sandon Stolle campeón del US Open en 1997, estuvo desangelado, fuera del partido y aturdido por el ambiente no pudo colaborar con la experiencia de Woodforde y perdió tres veces su saque, uno en cada set. Todd Woodbridge, el otro ''woodie'' que está en Orlando con su mujer Natasha esperando el nacimiento de su primer niño, se hizo desear en la pista contra los españoles.

El momento clave del encuentro se produjo en el segundo set cuando los australianos lograron romper el servicio de Corretja y colocarse 4-2 y saque, pero Stolle lo perdió a continuación y Woodforde en el noveno. Total, cuatro juegos ganados por el tándem español, y el segundo parcial al bolsillo. Y la euforia se desató en el Sant Jordi.

En el tercero se produjo una situación similar pero a la inversa. Woodforde perdió su segundo servicio de la tarde (4-3), y arrojó la raqueta en signo de impotencia, pero Corretja lo cedió a continuación. Stolle no pudo controlar los nervios y entregó el suyo luego. Era el 5-4, un momento histórico y con Balcells al servicio. ''Juanito, Juanito'', se escuchó en el pabellón y el jugador de las patillas largas no falló. Hizo un servicio ganador y Stolle, como no, restó a la red. La Ensaladera está más cerca después de esta batalla.
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