BARCELONA.- La saborean de a poco. Se la han ido comiendo bocado a bocado. ¡Qué va! - como dirían ellos - por primera vez avanzan a la final de la Copa Davis con amplia ventaja sobre esos australianos que ya los despojaron de la enasaladera de plata unas cuantas décadas atrás.
Están felices. El olor a la tierra batida del Sant Jordi se siente. Si hasta los catalanes rugieron como toros y eso a pesar de las pocas muestras de efusividad que daban en las primeras jornadas.
Según la prensa ibérica (y esta humilde fanática que también roba esta frase), son las patillas, los ojos y los labios de "Juanito", también conocido como Joan Balcells, y la fuerza del número 1, Alex Corretja, lo que transformó a la Copa Davis de ayer en una fiesta para los españoles.
Los titulares proclamaban que la jornada de hoy sería una cita con la gloria. ¿Será Barcelona una versión más moderna del Olimpo? Lejos no creen estar.
Dicen que desde el 77 quien gana el doble es quien siempre se lleva el triunfo a la final. Dicen que Barcelona nuevamente se ha inflado con el espíritu de los Juegos del '92. Olímpicos por cierto. Dicen que quieren la ensaladera y que no se conformarán con un nuevo intento.
Será que la tercera es la vencida. Será que los australianos ya no se duermen en los laureles de los reyes y ahora buscan excusas para justificar sus actuaciones.
Habrá que ver si hoy bajarán al Sant Jordi los dioses. Y ayudan a los españoles a tocar el Olimpo - y de paso el trofeo - con las manos....
