BUENOS AIRES.- El delantero argentino Hernán Crespo aseguró hoy que un triunfo ante la selección de Brasil sería "la cereza del postre" que le falta al equipo de Marcelo Bielsa para poder redondear una tarea a lo grande en las eliminatorias sudamericanas.
El jugador de la Lazio de Italia arribó a Buenos Aires para sumarse a los entrenamientos del plantel que conduce Bielsa, que se prepara para el cotejo del próximo 5 de septiembre ante los brasileños, por la decimoquinta fecha de las eliminatorias.
"Estoy muy feliz por este momento de la selección. El hecho de habernos clasificarnos con tanta anterioridad es atípico, pero la selección hizo las cosas bien en las eliminatorias. Falta la cereza del postre, que será ante Brasil", expresó el jugador a su llegada al aeropuerto argentino.
Además de Crespo, se sumaron al plantel que conduce Bielsa el defensa Walter Samuel (Roma), el delantero Claudio López (Lazio), Pablo Cavallero y Gustavo López (Celta) y Mauricio Pochettino (Paris Saint Germain).
Estos jugadores se sumaron a los ya convocados Diego Simeone (Lazio), Marcelo Gallardo (Mónaco) y Diego Placente (Bayer Leverkusen), quienes comenzaron el lunes las prácticas con miras al clásico ante los brasileños.
Aún resta que se incorporen a las filas de Bielsa: Germán Burgos (Atlético Madrid, España), Nelson Vivas (Inter, Italia), Roberto Ayala (Valencia, España), Javier Zanetti (Inter), Juan Pablo Sorín (Cruzeiro, Brasil), Matías Almeyda (Parma, Italia), Pablo Aimar, Cristian González (Valencia) y Julio Cruz (Bologna, Italia).
"No nos podemos relajar contra Brasil. El objetivo es ganar con un gran espectáculo", expresó Crespo en declaraciones a la prensa. En ese sentido, el atacante comentó que el equipo argentino tiene que "estar atento a todos los detalles", ya que los brasileños "pueden definir un partido en cualquier momento y tienen jugadores de jerarquía", aunque aclaró que el equipo de Bielsa posee argumentos como para intranquilizar a sus rivales.
El equipo argentino sólo perdió un partido en estas eliminatorias, precisamente ante Brasil, entonces dirigido por Wanderley Luxemburgo, que lo venció 3-1, en Sao Paulo el 26 de julio de 2000, en partido válido por la sexta jornada del certamen.
