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Descalabro en fútbol brasileño apunta a Teixeira

Una comisión del Senado pidió este martes al Ministerio Público procesar judicialmente al presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, a 14 directivos de clubes y federaciones y al entrenador Wanderley Luxemburgo. Los crímenes van desde van desde falsificación de documentos y perjurio hasta fuga de divisas, evasión de impuestos, blanqueo de dinero, apropiación indebida de recursos y enriquecimiento ilícito.

04 de Diciembre de 2001 | 16:26 | EFE
BRASILIA.- El "descalabro" administrativo y financiero en la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) tiene como responsable directo a su presidente, Ricardo Teixeira, concluyó una comisión del Senado que pidió hoy al Ministerio Público intervenir con sendos procesos contra 15 directivos de clubes y federaciones.

El informe final de 1.132 páginas aporta pruebas al Ministerio Público para que determine la responsabilidad de Teixeira, catorce ejecutivos más, un agente y un entrenador en la comisión de crímenes que van desde falsificación de documentos y perjurio hasta fuga de divisas, evasión de impuestos, blanqueo de dinero, apropiación indebida de recursos y enriquecimiento ilícito.

Entre los señalados, Ricardo Teixeira, presidente hace doce años de la CBF, y Eurico Miranda, diputado federal y presidente del Vasco da Gama, acaparan la mayor atención de los investigadores.

También están implicados Edmundo Santos, presidente del Flamengo; el ex seleccionador Wanderley Luxemburgo, el empresario de Ronaldo, Reinaldo Pitta; así como los presidentes de las federaciones de Sao Paulo y Río de Janeiro.

Texeira es blanco de 27 acusaciones sustentadas con base en documentos y testimonios que, según los trece miembros de la comisión, desenmascararon su estrecho vínculo con empresas en paraísos fiscales y financieros a donde iban a parar cuantiosos recursos de la CBF que no eran declarados en libros de contabilidad.

El senador de izquierda Geraldo Althoff, relator del informe final, destacó que la CBF ha sido "negligente" en el cuidado de su patrimonio y que Teixeiratiene con sus colaboradores la responsabilidad del "descalabro administrativo".

La entidad que rige la mayor pasión de los brasileños arrastra en los seis últimos años pérdidas por 10 millones de dólares.

La comisión legislativa -que comenzó su trabajo en octubre de 2000- concluyó que todos los directivos de la CBF recibieron remuneración irregular desde 1998 y sobrefacturaron varias cuentas.

El presidente de la CBF, de baja hace un mes por problemas de salud, fue acusado de incurrir en "gastos de lujo" con dinero de la entidad. A manera de ejemplo, Althoff dijo que en 1998 pagó 700 dólares en cada alimentación que consumió durante 18 días en EEUU.

El informe de la comisión está dividido en cuatro partes. La primera pide al Gobierno del presidente del país, Fernando Henrique Cardoso, promulgar una medida provisional que permita la intervención oficial en los clubes y federaciones futbolísticas.

La segunda parte está dedicada a la CBF y la gestión de Teixeira.

La tercera y la última parte aluden a otras irregularidades, como la falsificación de pasaportes y el tráfico de menores de edad para el fútbol europeo, en los que han incurrido ex jugadores, agentes y hasta técnicos.

Yerno hasta hace cuatro años del ex presidente de la FIFA Joao Havelange, Teixeira viene resistiendo la presión del Gobierno, la prensa y algunos directivos para anticipar la entrega del cargo y dejar sin efecto las elecciones previstas 2003.

La salida del presidente ha sido presentada por el ministro de Deportes, Carlos Melles, y la comisión del Cámara Alta como el primer paso para la "reconstrucción" del fútbol brasileño.

La reconstrucción, ¿de la mano de Pelé?
Alvaro Días, presidente de la célula investigadora, dijo ayer que Pelé es el candidato para guiar la "transición". El está dispuesto a ayudar, pero sin ocupar cargos ejecutivos, según allegados.

Pero analistas consideran que su convocatoria no se produce en el mejor momento. El "rey" del fútbol ha sido salpicado por la denuncia de que una de sus empresas recibió 700.000 dólares en 1995 para la organización de una fiesta infantil a beneficio de la UNICEF en Buenos Aires, que nunca se realizó.

El paradero de los fondos es un misterio pues, en principio, Pelé negó que hubieran quedado en poder de alguna de sus empresas y después acusó de su apropiación a su ex socio Hélio Viana, quien por su parte sugirió que el dinero fue utilizado por el ex futbolista para comprar el pase del centrocampista Giovanni.

Pese al escándalo, el ministro Melles y el senador Dias consideran que Pelé es "el mejor embajador futbolístico" que tiene Brasil.

Otros directivos de clubes, temiendo la inminente defenestración de Teixeira, han propuesto a Havelange tomar el control del fútbol brasileño, como lo hizo entre 1957 y 1973.

El ex presidente de la FIFA (1974-1998) negó la semana pasada la posibilidad de aceptar la oferta, pero admitió que, si es el único camino para ayudar a Brasil, evaluará el asunto.
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