KABUL.- El partido que hoy deben disputar una selección de jugadores afganos contra un equipo de las fuerzas internacionales de paz que trabajan en Afganistán se retrasó en más de media hora por los incidentes protagonizados por centenares de aficionados sin entrada que pretendían acceder al estadio.
La policía local disparó al aire y lanzó bombas lacrimógenas en un intento de controlar a los seguidores. Las fuerzas de paz emplearon perros para mantener el orden.
Más de 25.000 personas esperaban, ya dentro del estadio, el comienzo del encuentro, en el que por parte del local jugará una selección de los cuatro clubes de fútbol de Kabul.
Antes del comienzo del choque se guardó un minuto de silencio en memoria del ministro afgano de Transporte y Turismo, Abdul Rahman, asesinado el jueves en el aeropuerto de esta ciudad por grupos de peregrinos enfurecidos que esperaban embarcar rumbo a La Meca.