TEMUCO.- El despegue que se esperaba de Iván Álvarez se vivió en Temuco. El cuadro albiverde lo recibió para foguearlo en la Primera B y resultó ser un gran compañero de ataque de Jorge Maravilla Guzmán y pieza clave en el casi perfecto rendimiento sureño.
El hijo del goleador histórico en un campeonato nacional, Luis Hernán Álvarez, se separaba del mote de comparsa de su hermano, Cristian, que, a esas alturas ya había prendido en su cuello la medalla por el bronce de los Juegos Olímpicos 2000.
Su llegada a Universidad Católica fue vista con buenos ojos, pero la abundancia del plantel de Olmos, limitaría en absoluto la proyección del delantero. Sobre él está los Norambuena, Gabrich, Barrera, Pérez y Verdugo, una valla muy difícil de superar.
Por esto, el atacante prefirió evaluar un traspaso: "El lunes a más tardar sabré que pasará conmigo en Católica, pero si no puedo jugar aquí, mi primera opción es volver a Temuco", reflexionó para Diario Austral de Temuco.
Cabe recordra que, para ser traspasado a otro equipo de Primera Divisón, Álvarez debe evitar jugar por la UC. Un sólo un minuto con la casaquilla cruzada le impediría participar de otro equipo en la serie de honor de nuestro fútbol.
Álvarez quiere llegar lejos, pero la carrera es larga, por lo que seguramente viajará a Temuco para "tomar vuelo".
