SEVILLA.- La selección española puso fin a su periodo de concentración relajada en Jerez y partió hoy con rumbo a Corea del Sur en un vuelo directo entre Sevilla y Busán de trece horas de duración.
Durante estos días, las familias de los jugadores permanecieron junto al equipo, con la intención declarada por parte del seleccionador José Antonio Camacho de permitir que el ambiente fuera lo más abierto posible, con salidas tanto conjuntas como por separado.
El último entrenamiento español no ofreció mayores novedades. Los internacionales disputaron un partidillo contra jugadores del filial del Xerez, que ganaron sin complicaciones. Los valencianistas David Albelda y Rubén Baraja, levemente tocados, y los jugadores del Real Madrid mantuvieron un ritmo más lento de trabajo, con el simpático detalle de un rondo que realizaron con los perros de la policía que protegen al equipo como rivales corriendo tras el balón.
Después del entrenamiento, Camacho ofreció una última y multitudinaria rueda de prensa en España en la que aportó una idea de interés: "Los jugadores llegaron esta vez mucho mejor que en la Eurocopa de 2000. No hay tantas lesiones y problemas para entonces, lo que es algo positivo. Nosotros, desde luego, viajamos con la mentalidad de hacer algo grande".
Posteriormente, la selección se hizo la foto oficial, que llegó con algo de retraso al posponerse más de lo esperado la llegada de los uniformes oficiales de paseo que lucirá el equipo español.
Tras un rápido almuerzo, el equipo se desplazó a Sevilla para tomar el avión en el aeropuerto de San Pablo. El jet-lag se presenta como el primer obstáculo a vencer por el equipo español, que tomó medidas para evitarlo bajo el estricto control del doctor Genaro Borrás.
"La idea fundamental es no acostarse el primer día hasta la hora normal, para habituarse rápidamente a ella. Si es necesario, daremos a los jugadores alguna ayuda para que concilien el sueño", manifestó el médico de la selección española. La previsión es que el cuerpo de los jugadores esté totalmente adaptado en cuatro días como máximo.
En el viaje, los jugadores españoles van acompañados de un grupo de más de cien personas entre periodistas, miembros de la Federación y acompañantes. Todos ellos llevan consigo, además, 10.000 kilos de equipaje, en el que destacan 500 kilos largos de alimento, incluyendo 200 de carne de Galicia, cien litros de aceite de oliva y ocho cajas de vino de Rioja. La selección sólo comprará en Corea del Sur algo de pescado y la verdura.
El viaje tendrá como aliciente el cambio de día en el que los jugadores podrán celebrar el cumpleaños de su guardameta, Iker Casillas, que cumple mañana 21 años.