LONDRES.- El argentino David Nalbandián admitió que hoy no fue "fácil" jugar "tácticamente" con el australiano Lleyton Hewitt, pero aseguró que se lleva a casa una sensación ’’increíble’’ tras haber llegado hasta la final del torneo de Wimbledon.
Nalbandián, que cayó por 6-1, 6-3 y 6-2, admitió que enfrentarse con el australiano "no fue fácil, porque hay que tirarle mucho para arriba y porque jugábamos en césped. Ha demostrado que es el número uno".
El argentino, que de un modo sorprendente se convirtió en el primer jugador de esa nacionalidad en alcanzar la final en el All England Tennis Club, reveló que hubo momentos en los que no se sintió ’’muy cómodo’’, pero admitió que se rindió ante la calidad de Hewitt y reconoció que su rival había "sacado y jugado mejor" y que había demostrado "por qué es el número uno".
David comentó que al comienzo del segundo set empezó a meterse más en el partido. "Creo que me solté un poco más, y él empezó a cometer errores".
En ese punto del encuentro, el argentino señaló que empezó a sentirse "muy bien" y añadió: "podrían haber cambiado un poco las cosas".
El argentino se quejó de que el árbitro de silla diera por válida una bola que él consideró que había salido fuera de la línea de fondo y con relación a ese momento del duelo, el jugador apuntó: "perdí un poco la concentración".
Nalbandián insistió en que la apreciación del juez a favor del australiano fue "un error muy grande", pese a que en la repetición ofrecida por la BBC se vio que la pelota entraba.
Del australiano subrayó que "siguió jugando muy bien. No se desconcentró nunca".
