LORIENT, Francia.- Santiago Botero no es un ciclista colombiano más. En vez de ser un puro escalador, el ciclista de 29 años que se impuso hoy en la novena etapa del Tour de Francia ha ganado reconocimiento como el mejor velocista de ruta en el mundo.
No es que Botero, líder del equipo Kelme, tenga problemas con las cumbres, por el contrario, hace dos años ganó el título de rey de las montañas en el Tour.
Con tales referencias, el primer hombre que derrotó a Lance Armstrong en cuatro años en las etapas contrarreloj individual del Tour aparece después de su triunfo del lunes como una amenaza seria para el astro estadounidense que pretende ganar el Tour por cuarta vez consecutiva.
Pero Botero insiste en que Armstrong -a quien superó por 11 segundos- sigue siendo el gran favorito. "Armstrong puede no estar tan fuerte como solía ser en contrarreloj, pero para mí sigue siendo el gran favorito para la victoria final", dijo Botero, quien está ahora en el quinto puesto de la clasificación general que encabeza el español Igor González de Galdeano.
Pese a provenir de un país del que han surgido grandes escaladores como Luis Herrera o Fabio Parra, Botero ha elegido una estrategia diferente a la de Armstrong para buscar la victoria en el Tour.
Mientras el estadounidense parece haber sacrificado algunas de sus cualidades de velocista para rendir mejor en las montañas, Botero ha trabajado duro para mejorar en el terreno plano a expensas de su rendimiento en las escaladas.
Su inminente encuentro en las primeras etapas de montaña, esta semana en los Pirineos, ya concentra la atención. "No estoy en mi mejor forma para las montañas esta temporada, pero si lo hago bien en la primera etapa en los Pirineos, bien, todo puede pasar", advirtió Botero.
Por ahora, Botero puede lucir el mérito de ser el primer colombiano que gana una contrarreloj en el Tour de Francia.
En el pasado, ciclistas como Alvaro Mejía o Víctor Hugo Peña, ganador de una contrarreloj en el Giro de Italia de 2000, mostraron que los corredores de Los Andes pueden ser buenos también en el llano, pero ninguno había logrado tanto como Botero.
Su victoria en los caminos de la Bretaña francesa, a una velocidad promedio de 50,080 kilómetros por hora, no puede compararse con la velocidad de 53,986 kilómetros por hora registrada por Armstrong hace dos años en Mulhouse, pero ha confirmado su fortaleza en las carreras en solitario.
El mes pasado, Botero superó a Armstrong en la prueba contrarreloj de 41 kilómetros de Dauphine Libere, antes ganó etapas de velocidad en la Vuelta de España y ganó medalla de bronce en el campeonato mundial de ruta en Portugal.
"Hoy estaba con la confianza al máximo", dijo el colombiano.
Botero ha hecho del Tour de Francia su prioridad esta temporada, entrenando tres meses en Medellín antes de incorporarse en abril a las competencias europeas. Antes de la etapa prólogo de Luxemburgo, había pasado este año por apenas 16 días de competencia, es decir que llegó fresco al Tour.
Armstrong dice estar tranquilo
Lance Armstrong, en tanto, se mostró tranquilo pese a su derrota en una etapa en la que pretendía tomar la punta del Tour.
"No me sorprende que Botero ganara. Ya me derrotó por 42 segundos en la contrarreloj de Dauphine Libere en junio. La gran sorpresa es que (Igor) González de Galdeano ha hecho una gran carrera para defender la camiseta amarilla... No siempre se gana", dijo el estadounidense.
De cara a las etapas de montaña que se correrán después del descanso del martes, Armstrong admitió que le corresponde atacar si quiere ganar el Tour.
"La única forma de ganar es recuperar el tiempo perdido... Puedo atacar o fracasar. Veremos qué pasa", dijo.
Tras la etapa del lunes, González de Galdeano conserva el liderazgo con una ventaja de 26 segundos sobre Armstrong. Botero está quinto, a un minuto y 55 segundos del puntero.
