SANTIAGO.- La Federación Internacional de Levantamiento de Pesas (IWF) no aceptó la apelación de la campeona chilena de halterofilia Gabriela Trujillo y mantuvo sus suspensión de por vida.
Trujillo había sido sentenciada en primera instancia por la IWF a fines de junio pasado, por haber dado el segundo doping positivo de su carrera, tras ganar a mitad de mayo del 2002 un torneo iberoamericano en Guatemala.
La propia afectada reconoció que en esa oportunidad había tomado una sustancia para los dolores menstruales que contiene un enmascarador de anabólicos, por lo que está en la lista de sustancias prohibidas desde 1992.
La apelación al organismo con sede en Hungría no surtió efecto, ya que la semana pasada se conoció el resultado de la contraprueba, que fue también positivo.
El presidente de la entidad rectora de halterofilia de Chile, Manuel Rojas, consideró que es muy difícil que la Federación le dé su respaldo a la deportista. "Nos reuniremos los próximos días para analizar el caso, que es muy serio. Que la contramuestra haya dado positivo también es algo que nos limita porque respaldarla nos pone frente a una sanción deportiva internacional", expresó.
Rojas añadió que ya hablaron con Trujillo y que ella manifestó estar muy apenada ya que "insiste en que no actuó de mala fe" y sólo ingirió un diurético para frenar los efectos de la menstruación, previo a las competencias.
En su corta carrera, Trujillo se convirtió en la pesista chilena de mayor proyección, pero al mismo tiempo protagonizó varias polémicas.
A inicios de 2000 registró su primer doping positivo. Se le detectó nandroesterona en el Campeonato Sudamericano de Santa Fe, en Argentina, por lo que estuvo suspendida dos años.
En ese lapso acusó a su técnico, el cubano Francisco Casamayor, de suministrarle "sustancias extrañas" y también dijo públicamente que el presidente de la Federación Chilena de Pesas, Fernando Morales, la acosaba sexualmente.
