SANTIAGO.- "Ever for ever... Everton" fue el grito de batalla que se escuchó con mucha emoción en su estadio de Viña del Mar para celebrar el retorno de Everton a la primera división del fútbol de Chile después de tres años en Segunda.
Everton, que ganó el ascenso con cuatro fechas de anticipación y el título de Primera "B" anoche, aún conserva emocionado la imagen de su DT, Jorge "Lulo" Socias, arrodillado en el pasto dándole gracias a Dios.
El equipo, que fue dirigido en los seis primeros partidos por Hernán Ibarra, con pobres resultados, asumió luego los cambios tácticos de Socías y comenzó una seguidilla de triunfos que le permitieron el retorno a Primera.
Everton es un equipo de sube y baja. Desde su fundación, por parte de británicos, en 1909, y su ingreso al fútbol profesional, en 1944, estuvo en la serie B diez años y en la A fue campeón nacional en 1950 y 1952 con el DT Pedro García y en 1976 con Pedro Morales.
Esta temporada, con una planilla mensual de 30 mil dólares, contó con la colaboración del uruguayo Pablo Tallarico, promotor de jugadores, que aportó a Héctor Rodríguez Peña (ex seleccionado de Uruguay), Marcos Estrada, Hugo Bascuñan y Alejandro Escalona, además, del propio Socías.
Asimismo, se sumaron cuatro ex seleccionados de Chile, Luis Ceballos, Santiago Pizarro, Axel Ahumada y Cristián Castañeda, ex de Universidad de Chile. También están los goleadores Ariel Pereyra (argentino) y Marcelo Suárez (uruguayo).
Sin embargo, para la próxima temporada Everton deberá modificar algunas piezas, porque Castañeda y Rodríguez Peña tienen 35 años, Ceballos, 37, Pizarro y Pereyra, 30, Suárez, 33 y Garrido, 32; con un promedio, entre los 26 jugadores utilizados de 24,7 años.
Eso lo sabe Socías que pretende mantener el esquema con un plantel parejo, "pero con muchos huevos", como le declaró a La Nación a la que añadió que "lo principal fue formar un buen grupo humano".
"Fue tener un equipo con jugadores que manejan muy bien la pelota y cuando hay que poner el corazón lo ponen entero", afirmó el estratega del equipo "oro y cielo".
"En lo colectivo funcionó muy bien" dijo Socias a El Mercurio, en tanto Ceballos, destacó "el orden que nos dio el entrenador", Castañeda "la seriedad que nos impuso dentro de la cancha" y Pereyra que "nos levantó anímicamente, y cambió el sistema táctico".
"Cuando llegó no nos dábamos dos toques seguidos. Nos hizo hacer mucho fútbol reducido y retomamos la confianza", añadió.
Socías, que también fue bicampeón con Universidad de Chile en 1994 y 95, enfatizó su "orgullo" por "un equipo que tiene equilibrio y una tranquilidad suficiente de dar vuelta algunos partidos. Agradezco a Dios por los buenos momentos que me da, pero también por los malos".
