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Cobreloa vuelve a ser el verdugo de Colo Colo

Los naranjas se coronaron bicampeones del fútbol nacional, al derrotar por 2-1 a Colo Colo en una sólida presentación en el estadio Monumental.

21 de Diciembre de 2003 | 20:13 | El Mercurio en Internet
SANTIAGO.- Cobreloa coronó esta tarde una temporada brillante, al derrotar por 2-1 a Colo Colo en el estadio Monumental y levantar así su segundo trofeo consecutivo, convirtiéndose en el nuevo bicampeón del fútbol nacional.

El club loíno demostró sobre el césped del Monumental todos los antecedentes que exhibió durante el año. Que es un equipo que sabe manejar los partidos como pocos, que posee un plantel nutrido de experiencia y voluntad, además de tener una de las defensas más férreas del campeonato.

La oncena de Luis Garisto, que ha anunciado su partida de la banca naranja con larga anticipación, logró un triunfo merced a su inteligencia y capacidad de llevar al campo la estrategia que su técnico dibujó. Desde el primer minuto, la marca de Cornejo limitó notablemente a Marcelo Espina, el motor de los albos, anulando la principal arma que poseía el local.

Así, las empeñosas subidas de Rodolfo Madrid se transformaron en la principal opción de Colo Colo en el primer tiempo, pero no fueron suficientes para incomodar a una zaga firme, con un pilar sobrio y eficaz llamado Luis Fuentes.

En la otra área, Cobreloa manejó dos cartas ofensivas de las mismas características: Patricio Galaz y Jaime González. Velocidad y habilidad, suficientes para poner en jaque a una defensa que partía con tres zagueros y dejaba espacios desde el primer minuto. Claro, la responsabilidad era para Colo Colo, ante un público superior a las 40 mil personas que respetó el espectáculo de principio a fin.

Una falta sobre Jaime González permitió un tiro libre muy cercano al área de Colo Colo, casi un córner de "baby fútbol". Dinamarca sirvió con un suave toque al medio, que parecía ser fácil para el portero Claudio Bravo. Pero el golero no apareció. Ni tampoco Silvio Fernández, que tomaba en la marca a Luis Fuentes. El zaguero apareció solo en plena área chica y de cabeza estableció el 1-0.

En el segundo lapso, la presión subía para Colo Colo, y la temporatura del partido también. Si bien el partido nunca salió del control del juez Selman, las infracciones interrumpieron el juego fluido en los primeros instantes del complemento.

Con los minutos, Espina logró despegarse en momentos de Cornejo y empujar varios ataques para los albos, pero con Neira muy alejado del área y Fernández siempre de espaldas, el balón poco riesgo cobraba en la zona rival. Además, Nelson Tapia estuvo sólido para contener todo lo que tenía a su arco en la mira.

Con el equipo local jugado en ofensiva, la fórmula Galaz-González surtió efectos y los contragolpes se tornaban cada vez más peligrosos para la zaga colocolina. Hasta que a los 69 minutos, una falla de Luis Mena, que perdió el balón ante Patricio Galaz, dejó en bandeja el 2-0 para Cobreloa. Galaz encaró como sabe y cedió el balón justo a tiempo para Jaime González, que con tiro potente, rasante y cruzado, volvió a herir la ilusión de los albos al escribir el 2-0.

La distancia parecía gigante, en varios pasajes el silencio se apoderaba del Monumental. Además, Cobreloa insistió en lo que había practicado durante toda la segunda etapa, replegándose sin temor en su zona, para dejar todas sus armas ofensivas cargadas en el contragolpe. Con esa fórmula, poco a poco Colo Colo comenzó a desesperar. No por eso perdió su carácter ofensivo, pero sí desordenó sus acciones, que en gran número terminaban en botines rivales.

En 81 minutos, en una de las escasas acciones donde más de tres albos tocaron el balón, Espina termina cediendo a la izquierda para Silvio Fernández, que aprovechó la ocasión para rematar con tiro cruzado. El disparo golpeó en Boris González e incomodó a Nelson Tapia, que terminó lanzado al lado contrario. El encuentro se encerraba en un emocionante 2-1 y menos de diez minutos por jugar.

Cuatro minutos más tarde, David Henríquez es expulsado por doble amonestación, despejando el camino para la celebración naranja. Las dos últimas ocasiones de Fernández, no lograron modificar un resultado que ya estaba escrito para Cobreloa, que durante los noventa manejó sin la pelota y con su pulso el trámite del partido.

Por primera vez en su historia Cobreloa se convierte en bicampeón nacional, totalizando ya siete estrellas en su joven historia. El club minero está nuevamente de fiesta.
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