SANTIAGO.- Aunque la preparación fue extensa, sólo catorce hombres forjaron la hazaña del triunfo chileno en La Paz. Aquí un resumen de ellos.
Nelson Tapia: Se sigue usando el adagio de que el meta de Molina ataja lo que hay que atajar. Pero hoy fue más, porque la pelota no baja y todo lo que atajó lo hizo sencillo.
Ricardo Rojas: Daner Pachi desapareció en su sector. Después se le metió Limberg Méndez y lo molestó de tal forma, que debió trasladarse a la derecha de su ataque para eludir al zaguero-lateral de América. Aunque quedó claro que el hombre no desborda ni necesitó hacerlo.
Jorge Vargas: En la previa aparecía como uno de los jugadores que tendría problemas con la altura. Pero su respuesta fue impecable, toda vez que evitó alejarse del área, dejando aquel trabajo a Olarra.
Rafael Olarra.
Rafael Olarra: Sacando el genio de Salas, lo del zaguero de Independiente fue lo mejor de Chile. Parejo, impecable en la marca de Joaquín Botero y auxilio constante de Vargas y Pérez, no dio balón por perdido y rescató dos pelotas que pudo liquidar José Alfredo Castillo.
Rodrigo Pérez: El lateral del bicampeón Cobreloa ha conjugado su oficio con una buena dosis de efectividad en el desborde. Tuvo excelentes salidas, aunque le falta entendimiento con Mark González.
Moisés Villarroel: Lo más bajito de Chile, toda vez que careció de ritmo para deshacerse del balón con premura. Como premio tuvo el gol, donde apareció fantasmalmente para capturar de cabeza el rebite del meta Fernández.
Moisés Villarroel.
Rodrigo Meléndez: Un verdadero reloj. Pese a que era el único volante de contención nominal, tuvo el empacho para marcar, corretear, retirar el balón de los pies de los zagueros y se convirtió en una aduana antes de que la bola llegara a Salas.
Fernando Martel: Diez puntos en rendimiento físico. Además tuvo el carácter para encarar la salida de Limberg Pizarro, sin embargo, al momento de atacar la pelota no pasó por su sector.
Mark González: Con sólo 19 años, el hombre de Durban (Sudáfrica) es un proyecto inconcluso. Su juego lo es, porque desperdicia la ventaja que le entrega su endemoniada velocidad en centros y remates desmedidos. Pero alcanzó a meter dos. El primero casi es gol de Salas y el segundo fue el 2-0. Así de bueno.
Marcelo Salas: Espectacular. El temuquense no sólo fue el creador cuando estuvo en plenitud física. El respeto que le tenía la zaga local le incentivó a meterse al área para permitir que sus escoltas se quedaran con el manjar del gol. Pudo coronar en la red sus últimos minutos, pero Pinilla jugó prácticamente solo.
Patricio Galaz.
Patricio Galaz: El ariete es veloz, pero poco eficaz. Pudo anotar en dos oportunidades, pero el "Gato" Fernández y una infracción de Pizarro le impidieron hacerlo. Para el almanaque perdurará su correteo a los centrales, que ahondaron las dudas de una insegura zaga boliviana.
Claudio Maldonado: Ingresó a los 56' para completar el mejor momento de Chile. Cuando tomó los hilos del mediocampo, liberó de la obligación a un agotado Salas, adelantó las líneas que retrasaba Villarroel y llegó hasta el fondo en exquisitas paredes.
Mauricio Pinilla: En tres minutos y un desborde ratificó todas las condiciones que tiene, dejando cuatro marcas y habilitando el 2-0 de Mark González. En el resto del partido, explicitó las razones de que no sea titular. Demasiado sobrado.
Rodrigo Valenzuela: Entró a refrescar la salida por la derecha y ejecutó correctamente dos centros. Casi no marcó, porque Limberg Pizarro había salido lesionado, Méndez se había cambiado al sector de las populares y el área derecha del ataque nacional quedó liberada.