Sánchez no tuvo reparos al momento de criticar duramente la seguridad del estadio y al árbitro en el partido contra Colombia. Foto: Christian Iglesias
ARMENIA.- Habló fuerte Reinaldo Sánchez, presidente del fútbol chileno, de la derrota sufrida por la selección nacional anoche ante Colombia.
El dirigente no se guardó absolutamente nada, incluso se trenzó en una disputa con los periodistas locales cuando éstos defendieron el triunfo de su selección.
"Vamos a pedir sanciones contra el árbitro, contra el comisario (el brasileño Hildo Nejar) y el estadio... En este estadio no se puede jugar, los brasileños y argentinos van a pedir protección policial... Este partido lo arbitró el público", fue lo primero que se despachó el timonel de la ANFP.
Luego describió la "vergonzosa" situación de los insultos y las agresiones: "Yo estaba arriba con gente de otros países y el comisario, con Romer Osuna (boliviano y dirigente de la Conmebol) y desde mi fila corrían los botellazos, y eso que no era un público de galería... Hay que recordar que Cobreloa por una moneda perdió el estadio... La Conmebol no puede tener doble estándar".
Sánchez no se tomó respiro. Dice que anoche "vi la vergüenza más grande que vi en mi vida" y que "este es un campeonato de juventud y se les ha dado una mala enseñanza".
"Creo que lo de Paniagua fue una declaración en caliente –por los dichos de Sulantay en contra del juez boliviano-, pero se comprobó anoche por TV que las jugada del penal y la expulsión no fueron tal. En todo caso, no corresponde decir que el campeonato está arreglado, hay que ser mesurado", añadió.
Acción y reacción
El máximo dirigente del balompié nacional se ofuscó aún más cuando lo acosaron los periodistas colombianos, queriendo éstos llevar todo más allá del fútbol.
"Aquí es criminal lo que ha pasado... ¿Hubo provocación de los jugadores chilenos? De qué provocación se puede hablar cuando a un juez se le llena de piedrazos y botellazos... Cuando una persona ve que la están perjudicando de esta manera, lógicamente que reacciona... En el penal (Paniagua) se dejó llevar por el público", dijo Sánchez.
Y siguió: "Un árbitro acobardado no sirve, por eso pedimos sanciones... No hubo ninguna recomendación, no se escuchó nada por los parlantes en el sentido de pedir que no siguieran con esa actitud... Yo nunca había visto algo así, la gente (de Armenia) es muy amable, pero en el estadio se transforma...".
Hasta que un periodista le dijo: "Pero usted se está entrometiendo en la cultura colombiana...".
"Es una cultura bastante malita", contestó Sánchez y se retiró.
