MELBOURNE.- El sueño australiano terminó. Lleyton Hewitt tenía todas las esperanzas de su país sobre sus hombros, pero perdió la final del Abierto de Australia ante el ruso Marat Safin por 1-6, 6-3, 6-4 y 6-4.
El australiano había realizado un gran esfuerzo para llegar a la final, debió jugar cinco sets contra el español Rafael Nadal, el argentino David Nalbandian y el estadounidense Andy Roddick, pero hoy se encontró con un rival más descansado e inspirado que él.
Las cosas para el ruso no fueron fáciles. Safin fue capaz de sobreponerse a un mal comienzo, tras perder la manga inicial en 23 minutos, para imponerse luego a Hewitt en las tres siguientes, ganar su primer título esta temporada y el 15 de su carrera, y prolongar la espera del tenis australiano, que no se impone en este torneo desde Mark Edmonson en 1976.
La determinación de Safin se impuso a la garra de Hewitt, para convertirse en el segundo ruso que triunfa en este torneo, después de Yevgueni Kafelnikov en 1999.
Safin, que salvó un punto de partido contra el suizo Roger Federer en semifinales el día de su 25 cumpleaños, es el cuarto jugador en la Era Open y el séptimo en la historia que gana el Abierto de Australia tras salvar esta adversidad. El último fue el sueco Stefan Edberg en 1985.
Uno de los momentos claves del encuentro se produjo en el séptimo juego del segundo set, cuando a Hewitt le cantaron una falta de pie, en pleno punto de ruptura. Lleyton logró el iguales, y después increpó a un juez de línea. Carlos Ramos, el juez de silla portugués, tuvo la valentía de aplicarle una advertencia y poco después Hewitt perdió su saque.
Pero sin duda lo que desarmó a Hewitt fueron los siete juegos consecutivos que perdió desde que dominaba 4-1 en ese set, hasta el 1-2 del tercero. Ahí cimentó Safin su gran victoria decorada con 18 saques directos y 54 golpes ganadores.
