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Tenis: Una final con lo mejor del año en Miami

Roger Federer y Rafael Nadal, que acumulan seis títulos en común esta temporada, chocan en la definición del título en Key Biscayne, trofeo que nunca ha podido asir el actual número uno del mundo.

02 de Abril de 2005 | 14:31 | DPA
MIAMI.- Roger Federer suma cuatro títulos en 2005, Rafael Nadal dos. El suizo acumula 21 partidos consecutivos sin derrota, el español quince. Las estadísticas no mienten, y mañana en la final del torneo de Miami se medirán los dos mejores jugadores de la temporada hasta ahora.

Los dos no están, por supuesto, en el mismo nivel. Federer es el indiscutible número uno mundial, el jugador prefecto dentro y fuera de la cancha, el hombre a batir. Pero Nadal puede presumir de ser por ahora el mejor de todos los demás, lo que no es decir poco.

Para entender por qué Federer es tan superior a todos sus rivales hay que ver su juego. Cuando el suizo tiene la mirada concentrada, cuando delante tiene un enemigo que le motiva, se vuelve una máquina engrasada para rendir al máximo.

En ese momento su tenis se vuelve preciso como el bisturí de un cirujano y sus piernas se deslizan por la cancha como las de Mohammed Ali. Sus desplazamientos son plásticos, sus golpes estéticamente impecables, como salidos de una enciclopedia, hipnóticos, y sobre todo mortalmente efectivos.

Andre Agassi, su última víctima en las semifinales de Miami, explica cuál es la diferencia. "Hay varios aspectos de su juego en los que es indiscutiblemente el mejor. Y eso es increíble. Cuando la mayoría de los jugadores confían en un golpe en especial, él tiene varios", asegura.

"Se mueve increíblemente bien, su 'drive' es peligroso desde cualquier punto de la cancha. Cuando uno piensa que está en buena posición, en realidad no lo está. Cambia la perspectiva completamente. Cuando uno piensa que tiene un agujero por el que entrar, es imposible, no te deja. Eso identifica a alguien que está jugando un nivel por encima", agrega Agassi.

Federer necesita la motivación, y en Miami no tiene por qué faltarle. Nunca ganó el torneo, y es uno de los pocos en los que, tras su espectacular 2004 con once títulos y tres Grand Slams, puede sumar puntos. Y además tiene una cuenta pendiente con Nadal, que lo derrotó el año pasado en la tercera ronda.

"Nadal jugó un fantástico partido, y yo nunca entré en el juego. Creo que ni siquiera tuve un punto de 'break'. Fue muy difícil para mí dar golpes ganadores, porque se mueve muy bien. Y es zurdo, y eso siempre lo hace todo diferente", afirmó.

El mallorquín también recuerda la noche de hace un año, aunque prefiere no tomarla demasiado en cuenta. "Ya le gané una vez, pero las probabilidades son complicadas, lleva 17 finales seguidas ganadas", afirmó el español. El rival será grande, así que Nadal sabe qdebe centrarse en sí mismo: "Ilusión, carácter y ganas no van a faltar".

El ímpetu del mallorquín es comprensible. Con 18 años y 10 meses, Nadal está a las puertas de su primer gran título, porque el torneo de Miami es uno de los grandes, no en vano es llamado el "Quinto Grand Slam".

Ya tiene asegurado salir de Estados Unidos antes de empezar la temporada europea de tierra al menos en el puesto 18 del ranking mundial y en el cuarto de la Carrera de campeones.

Además, si gana se convertirá en el más joven campeón en los 20 años de historia de Miami y en el primer español en levantar el título. Sergi Bruguera perdió la final de 1997 ante el austríaco Thomas Muster, y Carlos Moyá la de 2003 ante Agassi.

Y sobre todo, si triunfa, tendría la satisfacción de haberse convertido en el segundo hombre en vencerlo en 2005 tras el ruso Marat Safin en las semifinales del Abierto de Australia, y el primero en un año y medio en hacerle doblar la rodilla dos veces.

"Sería increíble", sentenció el español. Federer, por una vez, parece contemplar la derrota como una posibilidad. "Sé cuán duro es el rival que me está esperando. Tiene un gran futuro, y va a ser muy difícil".
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