PINEHURST, Estados Unidos.- Mientras los estadounidenses Olin Browne y Rocco Mediate, dos jugadores de más de 40 años, fueron con 67 golpes (3 bajo par) los más acertados tras la primera jornada del Abierto de los Estados Unidos de golf, los favoritos soportaron correctamente la primera criba que impuso el difícil campo 2 de Pinehurst (Carolina del Norte).
Sin llegar a imágenes de pánico escénico pero con tremendas secuelas en la mente de los golfistas, Pinehurst enseñó sus garras. El español Miguel Angel Jiménez fue una de las presas que devoró poco a poco el campo, para terminar descontrolado y con pocas opciones siquiera para salvar el corte de mañana.
Con un rough (hierba alta) alto y espeso y unos greens como caparazones de tortuga, el golf que hoy pidió Pinehurst, y que pedirá hasta el domingo, fue de control absoluto, de principio a fin. Jiménez lo intentó pero cayó en un cúmulo imparable de bogeys (nueve) para sellar una primera tarjeta con 79 golpes, que le aboca a una remontada salvaje.
Mientras se repetían una y otra vez las escenas de bolas que resbalaban por las laderas de los greens y de angustia al golpear con la bermuda del rough enroscada en los tobillos, los grandes candidatos al triunfo final soportaron, no obstante, el aluvión de dificultades que dejaron por debajo del par a tan sólo nueve jugadores de los 156 en competición.
Los golfistas subrayados para ganar el segundo torneo de Grand Slam del año cumplieron tras la primera vuelta.
El sudafricano Retief Goosen, defensor del título y campeón también en 2001, firmó 68 golpes y comparte la tercera plaza con un excelente Lee Westwood y el estadounidense Brandt Jobe.
Otro inglés, el joven Luke Donald, iguala con el zurdo Phil Mickelson con 69 tiros (1 abajo), mientras que Tiger Woods y Vijay Singh firmaron sendos 70 golpes y tanto el sudafricano Ernie Els como el español Sergio García se marcharon sólo un golpe por encima de los 70.
García, el otro español en competición, caminó con tiento, sin poder evitar la mezcla de aciertos y errores, pero, sobre todo, intentando interpretar correctamente las exigencias del campo. El castellonense, sexto del mundo y que viene de ganar el último torneo del Tour norteamericano, se agarró al campo y a sus posibilidades de pujar por el título en su sexto Open estadounidense.
En cuanto a la identidad de los líderes, resultó más sorprendente la presencia de Olin Browne (46 años).
Browne, que proviene de la fase previa, logró sacar del anonimato sus 59 golpes de una de las rondas de clasificación gracias a ese temprano liderato.
