NUREMBERG, Alemania.- Alemania y Argentina empataron 2-2 en un partido por la Copa Confederaciones disputado en Nuremberg, con goles de Kevin Kuranyi y Gerald Asamoah para los dueños de casa, y Juan Román Riquelme, con un soberbio tiro libre, y Esteban Cambiasso para los argentinos.
Ambos equipos ya habían asegurado el pase a las semifinales del torneo en los partidos previos. Los rivales para el fin de semana se conocerán mañana, cuando jueguen Brasil-Japón y México, ya clasificado, ante Grecia.
Fue un clásico que empezó con mucho respeto y a media máquina por ambos lados, y que cobró en intensidad en el segundo tiempo. Alemania se hizo merecedor del empate por la efectividad demostrada en las pocas situaciones de gol que creó, y Argentina por el coraje y la intensidad que puso en el complemento.
"Hicimos un buen segundo tempo, jugamos mejor que ellos, y lo podriamos haber ganado. En la primera parte, nos respetamos mucho", fue el análisis de Riquelme.
Alemania presentó un equipo con varias sorpresas, propia de una de las típicas travesuras de su entrenador Juergen Klinsmann, que dejó afuera al cerebro del equipo, Michael Ballack.
Con el equipo ya clasificado a semifinales, Klinsmann probó el funcionamiento del equipo en caso de ausencia de su figura clave, y poniendo en la zona de creación a Sebastian Deisler y a Bastian Schweinsteiger, la apuesta la salió bien.
José Pekerman también hizo su apuesta y por primera vez en el torneo juntó de entrada a Juan Riquelme y a Carlos Tévez, que jugó más recostado sobre la derecha.
Aprovechando con profundidad ambas bandas, Alemania hizo sentir que era el dueño de casa y Argentina mostró, como tantas veces cuando enfrenta a Alemania, un soberano respeto que le costó sacarse de encima.
Lo logró curiosamente después de que Kevin Kuranyi pusiera en ventaja a los alemanes a los 29 minutos. Aprovechando el completo desorden de la defensa argentina, hoy con muchas imprecisiones entre Walter Samuel y Gabriel Heinze, Kuranyi arremetió con decisión en el área chica defendida por Germán Lux y definió con un derechazo.
Argentina no se desesperó y tampoco perdió el tiempo para dar su contundente respuesta. Fue cuatro minutos después, como consecuencia de una falta cometida sobre Javier Zanetti a unos 20 metros del área. La pelota tuvo dueño inmediato.
La tomó Juan Román Riquelme y la soltó recién cuando con nla derecha mandó una magistral comba sobre la barrera alemana. El portero Timo Hildebrand reaccionó demasiado tarde y la tuvo que sacar de la red, con 42.000 espectadores enmudecidos.
Sin embargo, la hinchada iba a cobrar cierto protagonismo, asumiendo un rol de sicólogo. Apoyó en todo momento al central Robert Huth, muy criticado por la prensa en los últimos partidos y al portero Hildebrandt, después del gol.
Huth se iba a convertir en el mejor jugador de su equipo, Hildebrandt se asentó y Alemania volvería a ponerse en ventaja, a los seis del segundo tiempo, cuando Gerald Asamoah aprovechó otro bache entre Samuel y Heinze.
La respuesta, esta vez, demoró un poco más en llegar, pero llegó a los 29 del complemento con un zurdazo implecable de Esteban Cambiasso desde la medialuna del área, que se clavó en el ángulo derecho de Hildebrand.
Así quedaría sellado el clásico entre dos que hoy en la cancha sabían que estaban a un solo partido para volver a verse las caras, pero entonces será con un sello completamente distinto. Sería en la final, si es que ambos sobreviven a las semifinales.
Ficha del partido
Alemania: Hildebrand; Hinkel, Mertesacker, Huth, Hitzlsperger; Ernst; Schneider (46'Frings), Deisler, Schweinsteiger (70'Engelhardt); Asamoah (58'Hanke) y Kuranyi. DT-Juergen Klinsmann
Argentina: Lux; Zanetti, Coloccini, Samuel (61'Santana), Heinze; Cambiasso, Sorin; Bernardi (53'Aimar), Riquelme - Tevez (79'Delgado) y Figueroa. DT-José Pekerman
Goles: 1-0, Kuranyi (29'); 1-1, Riquelme (33'); 2-1, Asamoah (51'); y 2-2, Cambiasso (74').
Amarillas: Kuranyi y Deisler (ALE); Samuel y Bernardi (ARG).
Árbitro: Lubos Michel (Eslovaquia).
