BUENOS AIRES.- El paso del Sao Paulo de Brasil por Buenos Aires le costó a River Plate la eliminación en las semifinales de la Copa Libertadores y la clausura de su estadio Monumental de fútbol por dos fechas tras los desórdenes provocados el día del partido.
La Subsecretaría de Seguridad, que encabeza el ex árbitro de fútbol Javier Castrilli, decidió el jueves a la noche clausurar por dos fechas el estadio del "millonario" luego de analizar los informes policiales, videos y textos de los medios escritos sobre los incidentes en el partido de vuelta del 29 de junio pasado.
El autobús que transportaba al plantel brasileño fue apedreado mientras ingresaba al estacionamiento del club.
River, que debía igualar el 2-0 con el que Sao Paulo llegó a la revancha para por lo menos forzar la definición por penales, perdió 3-2 y el resultado desató la ira de un grupo de hinchas violentos.
Los hinchas, ubicados en una de las graderías altas del estadio, agredieron con una lluvia de proyectiles a los pocos simpatizantes del Sao Paulo que festejaban el triunfo de su equipo, separados por un alambrado y un cordón policial.
Según fuentes de la Subsecretaría también sirvió como evidencia la pirotecnia multicolor que utilizaron los simpatizantes de River para recibir a su equipo.
Luego del partido, en las afueras del estadio se desató una batalla campal entre los hinchas y la policía que hizo temer por la seguridad del vecindario. La revuelta dejó autos y micros policiales con los vidrios destrozados.
Los dirigentes todavía no definieron en qué estadio jugará el equipo las primeras dos jornadas del torneo Apertura que se inicia el domingo 7 de agosto, aunque fuentes del club suponen que será en el estadio del club Vélez Sarsfield.
La sanción a River es igual a la que sufrió su eterno rival Boca Juniors por los incidentes que se produjeron durante el partido cuando el técnico Jorge Benítez y el delantero Martín Palermo agredieron verbal y físicamente al mediocampista Adolfo Bautista.
